- Western.
- Morbo-Porno.
- La Gente que Habla Sola.
- Arrancacorazones.
- Setentistas
- Éxodo-Ska.

El gran desafío de toda persona es interpretar el lenguaje como algo que nos acompaña las veinticuatro horas del día durante toda la vida. Si no prestamos atención al lenguaje, se deteriora, y si no prestásemos atención a las emociones no seríamos humanos. La condición humana está marcada por la palabra, las emociones, el cuerpo...
CREER ES CREAR!
De repente, si creo en Dios, existe. Y si alguien a mi lado no cree en Dios, no existe, en su mundo, tan legítimo como el mío. Yo creo que, en cuanto a creer en Dios, tal vez se haya focalizado mayormente en la segunda parte de la cuestión, Dios. Creando así cientos de guerras y disputas en busca de certezas, en lugar de creer conveniente poner el foco en la primer parte del asunto, creer.
Posiblemente se hubiera creado gran incertidumbre, dado que no mucha gente cree que el verbo creer encierre mayores misterios. Yo en cambio creo que el verbo creer guarda una relación de equivalencia con el verbo crear, sobre todo cuando se conjugan en primera persona, yo creo.
Yo creo, que tanto creer como crear se asemejan, en lo fáctico, al verbo hacer e incluso al verbo nacer, pero no quiero crear mas confusión creyendo más cosas sobre estas dos palabras, que también difieren en una letra.
En fin, yo creo, que cuando creo algo, lo creo.
Juan Germán Fernández.
jueves, 29 de septiembre de 2011
Análisis: Antihumano (2003)
jueves, 1 de septiembre de 2011
El lado oscuro del día.
A esta clase de establecimientos debemos concurrir la gran mayoría de los que cometieron el pecado de nacer, este simple hecho nos condena a pasar quince años de reclusión. Algunos se abstienen de cumplirlos, pero estarán sometidos a una vida seguramente errante. En cuanto a estas prisiones hay de todo tipo, hay gratuitas, hay pagas (como a la que me condenaron a ir). Los precios varían según el nivel de seguridad y la "calidad" de las familias que mandarán a sus hijos allí.
Por mi parte llevo cumplidos trece años de condena, solo me queda terminar con este (el número catorce) y afrontar el decimoquinto. A veces recuerdo con dejos de nostalgia mis primeros años dentro. Esos eran lindos... Pero hace dos o tres años empecé a descubrir varias cosas que hacen interminables los momentos de reclusión que pasé, paso y pasaré. Por momentos odio a mi mente, mis razonamientos y mi percepción por haberme hecho de esta forma.
Si de algo estoy seguro es que infraestructuralmente es agradable, o al menos aceptable. Lo que no es agradable ni aceptable es la estadía aquí, aunque soy consciente de que podría serlo.
El penal consta de tres pisos con muchas celdas grupales. En la mía somos veintiocho personas sin distinción de sexo pero con la misma edad, al igual que en las otras. Tenemos un patio interno al cual debemos ir obligatoriamente en los escasos momentos de recreación que tenemos, digo obligatoriamente porque todos los reclusos deben estar custodiados en todo momento. Si hay algo que discuto mucho es la presencia de cortinas, que siempre o generalmente están cerradas, solo nos iluminan las luces artificiales. Por esto yo prefiero la celda vacía, para abrir las malditas cortinas, la ventana y respirar aire del más puro. Al estar en el tercer piso solo puedo ver los barrotes en las ventanas de las otras celdas y el techo del patio interno (si, no podemos ver el sol ni siquiera desde el patio). Respirar el aire y mirar por la ventana me hace sentir un hombre libre nuevamente, por eso recurro a ese aislamiento psicológico en los ratos libres, pero siempre vienen los guardias penitenciarios (en su mayoría de sexo femenino) para forzar mi retirada. Por eso a veces recurro a un encierro en el baño, en el cual puedo fumar algún cigarrillo.
Diariamente nos visitan los instructores que dictan disciplinas de todo tipo. Nosotros debemos escucharlos, respetarlos y aprender de ellos. De no ser así se nos sumará un año más de condena en la penitenciaría. Rara vez nos viene a visitar el alcaide (también de naturaleza femenina) que generalmente nos informa sobre temáticas de índole institucional.
Muchas veces intenté hablar con el/la fiscal para tratar muchas de mis disconformidades, pero siempre me rechazaron la solicitud...
Mis compañeros de celda son una manada rara. Siempre los veo contentos, sonrientes y dan el aspecto de buen grupo de gente. En realidad nunca sabré si denominarlo grupo porque hay varias divisiones. Sin embargo, por el lado de los hombres se ve una unión más homogénea que en las mujeres, las cuales están mucho más divididas. Frecuentemente tengo problemas y creo poder decir con seguridad que no tengo amigos dentro. Ni siquiera se si tengo amigos afuera.
Generalmente creo no ser yo el desencadenante de conflictos, sino que son promovidos por el individualismo de los otros. Siempre que fijamos fecha para algún trabajo carcelario con los instructores son el mismo grupo de chicas que elijen y acomodan las fechas acorde a sus horarios. Odio eso, y odio escucharlas hablar.
Si bien hay algunas ventanas sin barrotes, nadie jamás intentó fugarse de la institución. Es más, está mal visto por los prisioneros en general. Más allá de eso ha habido un par de motines, la mayoría provocados por los chicos que están cumpliendo su último año de condena. Recuerdo más que nada el de hace unos años, cuando volaron uno de los baños. Y otro, el año pasado, donde se amotinaron dentro de una celda, obstruyendo una puerta con mesas, rompiendo vidrios, tapando ventanas, entre otras. Me gustaría organizar una situación similar el próximo año.
En la prisión nunca dormimos, es más, ni siquiera pasamos el día entero allí dentro. Sino que gozamos de libertad condicional para pasar el resto del día con nuestras familia, algunos amigos, o para simplemente estar en la calle. Nuestro penal ejerce en turnos diarios de entre cinco y siete horas, y dos veces a la semana debemos volver fuera de horario para ejercitarnos.
Por eso desde que entro hasta que salgo estoy con mala cara y pocas ganas, porque me gusta la libertad y quiero ser libre. Quiero ver el sol y quiero respirar el aire, quiero fumar donde quiero y cuando quiero. Quiero ver el verde color de los árboles y el pasto cuando me de la gana. Quiero estar con gente cuando yo quiera, no cuando me digan. No quiero estar con gente que no me respeta, ni con gente que no me escucha. Por eso me gusta caminar hacia la puerta, y darle una gran sonrisa a ese sol que me espera afuera.
lunes, 22 de agosto de 2011
Paisaje.
domingo, 7 de agosto de 2011
Intro: But It's Sad. Partes I, II y III
Estoy pensando seriamente en hacer una cuarta parte ya que quedé más que satisfecho con la producción. Es la primera vez que hago esta especie de relatos, espero que sepan entender algunas falencias.
Eso es todo, que disfruten los relatos. Muchas gracias por la visita !
But It's Sad. (Parte I)
Se adentró un poco en la casa. Como casi todos los días se paró frente un cuadro que colgaba de la pared en el cual, debajo de la imagen de un hombre con lámparas colgando del saco se leía: "Delicate Sound Of Thunder - Pink Floyd" en letras rojas. Mientras contemplaba la imagen sacó de su bolsillo un anillo de compromiso y procedió a colocárselo en el dedo correspondiente.
Avanzó a paso firme hasta divisar a Camila, que se encontraba sentada en un sillón, con la vista clavada en la televisión. Él se acercó y le otorgó un beso en la mejilla acompañado de un tibio "buenas tardes" a modo de saludo; ella solo se limitó a sonreirle.
Nicolás preparó café al tiempo que sacaba un pequeño cenicero de madera de una de las alacenas; luego se dirigió a la habitación de la casa a la que le gustaba llamar "su templo" o "su ambiente". Si ésta tuviera una cama y un placard podría decir que era su habitación en la adolescencia: constaba de un rectángulo blanco, adornado con algunos afiches enmarcados que publicitaban giras de una gran banda inglesa; sobre otra pared había un gran mueble a estantes que contenía varios libros y discos; mientras que en la pared restante varios campeones vestidos de azul y amarillo miraban inquisitivamente, y a su lado, un cuadro de madera con el planisferio y unas palabras en latín le otorgaban algo de seriedad al sector. Sobre un escritorio se divisaba una computadora que se hallaba encendida, acompañada de un sistema de audio y un atado de Philip Morris.
Se sentó, abrió la ventana, prendió un cigarrillo y se centró en sus asuntos.
Al rato el teléfono comenzó a sonar.
-Hola -dijo Nico soltando un suspiro.
Para su gran sorpresa, la voz sollozante de Adriana fue la que le contestó:
-Hola, espero que no moleste mi llamada después de tanto tiempo. -
-No, no es molestia, pero me gustaría saber si todo está bien, estas llorando. -respondió Nico en un susurro.
-Te extraño, no es más que eso. Mañana voy a viajar al sur, bien al sur, y quise aprovechar el momento para conversar un rato. A propósito ¿Por qué susurras? -contestó Adri.
-Bueno, no puedo hablar muy alto; veras, Cami está en la otra habitación - dijo Nico bajando cada vez más la voz, preocupado y contento a la vez.
-Entiendo, yo me decidí ahora, ya que Mariano se fue de compras -contestó, ya recuperada del llanto-. ¿Cómo es tu vida con Cami?
-No sabría decirte, ella piensa que soy bipolar, yo simplemente trato de pensar que ella sos vos, para sentir que jamás nos hemos distanciado; eso a veces hace que yo disfrute mi tiempo con ella, pero no es lo mismo que contigo. Por eso creo que es muy gratificante que estemos hablando ahora, aunque seguramente colguemos y me sienta más débil que nunca -dijo Nico tras unos instantes de reflexión.
-A decir verdad, yo tampoco me siento cómoda con Marian, y hoy me lamento más que nunca que nos hayamos conocido en un momento de mi vida en el cual no estaba abierta al compromiso y eso haya hecho que nos distanciemos, por mis histerias y ese tipo de actitudes. Pero me gustaría hacerte saber que todavía te quiero mucho y que no me olvido de vos. Pensándolo bien, me parece que te llamé porque volví a soñar contigo después de algunas semanas de ausencia -.
Esas palabras tranquilizaron a Nico, después de todo Adri estaba dejando una constancia de que aún lo quería, y eso le dibujó una sonrisa en la cara.
-Me resulta divertido que me digas eso, ya que vos también sos de aparecer en mis sueños frecuentemente. Pero... Creo que deberíamos dejarnos por hoy, porque a cada segundo que pasa tengo menos ganas de decirte chau. Y a propósito, no me gustaría que Marian se entere de que hablaste conmigo, se empezaría una pelea; de mi parte, no creo que Cami sospeche nada.
Parecía que ella iba a responder, se escuchaba su voz, pero se iba apagando poco a poco...
Nico vio una mano agitándose delante de sus ojos y se sobresaltó, volviendo en sí.
-¿Estás bien? ¿Pasa algo? -preguntó Cami preocupada. -Hace cinco minutos que he entrado y te has percatado, estuviste siempre con los ojos clavados en la ventana, siempre en la misma posición, rígido-.
-Estuve inconsciente por unos instantes, eso es todo, estoy bien. No te preocupes. -respondió Nico al tiempo que se levantaba y besaba los labios de Cami.
Nico volvía a creer, por un instante, que el alma de Adri estaba encarnada en Cami.
But It's Sad, Sad. (Parte II)
But It's Sad, Sad, Sad (Parte III)
Caminó algunas horas lejos del centro hasta que por fin llegó a la avenida 44, en su intersección con la calle 16. Viró en la avenida y caminó una cuadra hasta 15. Ya se empezó a notar la cantidad de gente, el agobio de los autos y la contaminación sonora típica de la urbanización. Miró al frente y divisó la circular Plaza Passo, rodeada de los edificios Building de primer nivel. Era el mismo paisaje de su sueño, sumándole el movimiento. Caminó lentamente hacia a la plaza, los autos colapsaban la calle, se escuchaban bocinas; la gente pasaba caminando a toda velocidad y él era el antagonismo: él caminaba despacio, tranquilo, casi sin apuros. Si cualquiera le hubiera prestado atención hubiera pensado que estaba desorientado o perdido; pero no, él estaba bien, hasta paró a comprar el diario.
Debo admitir que sintió cansancio, quizá por eso se sentó en unos de los bancos frente a una de las dos fuentes de la plaza. Se prendió un cigarrillo y comenzó a leer el deportivo, como siempre desde que se cambió al director del diario River ocupaba las primeras hojas, esas fueron salteadas. Mientras tanto en Boca se anunciaba que jugaban Erviti y Cvitanich. A él le importo poco y nada, quizá por eso cerro el diario y lo dejó a un costado, mientras que se limitó a fumar mirando a la nada...
La gente pasaba caminando por la plaza frente a él, pero no había nada extraño, nada que le llamara la atención en eso. Solo era gente que cumplía horarios, que se preocupaba por si sola y en cuanto a él, solo le modificaban el paisaje. Más que gente parecían robots.
Tiró el filtro al piso al tiempo que se levantaba y lo pisaba. Entonces se dio vuelta y lo vio, ese árbol... Un pino, y para ser más específico, el único pino en toda la plaza. Se acercó a el recordando, se acercó tanto que casi podía tocar el tronco con la nariz. Llevó su mano derecha al bolsillo, la sacó y acarició la corteza, de lejos parecería que lo estuviera abrazando. Pero no era nada de eso, estaba abriendo su navaja. Con ella propinó un par de golpes a la corteza hasta que se desprenda alguna parte, dejando un espacio liso, para nada irregular. En el talló números, símbolos y letras dejándolo ver de la siguiente manera:
lunes, 25 de julio de 2011
Reflexión Suelta: Música.
lunes, 27 de junio de 2011
armar de nuevo,
Estos días en los que no estuve frecuentando las teclas fueron una mentira, un engaño natural de la mente humana que obliga a creer que todo está bien cuando la realidad a nuestro alrededor indica todo lo contrario; SI! Estoy mal... Novedoso? Para nada. Por mencionar algo definitivamente inmediato: River descendió ayer y estaba feliz, miraba el diario y me reía... Para qué? Si las calles siguen siendo exactamente las mismas, la gente que veo diariamente es la misma, la vida no cambia en nada. En qué me afecta eso? En nada, en haber disfrutado un día...
Hace dos sábados, al mediodía, dejaba el teléfono en el lugar que le corresponde y me tiré un rato en el piso: las lágrimas no tardaron en llegar. Un rato después de eso estaba sentado en una mesa de Floyd con dos amigos, una jarra de cerveza, un cenicero y dos atados de puchos. En qué me afecta en eso? En nada, en haber disfrutado y haberme hecho mierda al mismo tiempo.
Le di la espalda a la realidad y ella me está golpeando; no salí a flote en ningún momento. Estoy encallado como barco en arena.
Recordaba hace ya unos días una frase durante una entrevista periodística, no recuerdo a que persona, pero ejemplificaba brevemente mi momento; era algo así:
Periodista: ¿Pensás que tocaron fondo?
Entrevistado: No, no conocemos el fondo todavía.
sábado, 11 de junio de 2011
Conformismo Humano.
Adiós a Dios.
Va a ser extraño dejar de gritar, reír, emocionarme y llorar por vos; dejar de hablar de vos tras tantos años de charlas y debates inconclusos, debates en los que todos somos abogados y jueces, defendemos y condenamos sensacionalistamente para luego retirar lo dicho pocos días después.
Va a ser extremadamente triste no poder contemplar tu suerte jamás; que te vayas de un día para el otro dejando de hacer maravillas, que ya tenga que dejar de pensar a quien vas a superar la semana que viene.
Me siento muy dolido en este momento, que llegó el final de la película. Esa película que pasa por todos los picos de los sentimientos humanos y con un final seguramente emocionante y repleto de afecto mutuo. Esa película de la cual ya habías anunciado un cierre, que en su momento supimos aceptar, pero hoy, a horas nada más ya no lo puedo creer ni entender.
No me quiero imaginar lo horrible que va a ser no ver jamás a Martín Palermo con la número 9 de Boca en su espalda; no gritar más sus goles, ni ver su desfachatez a la hora de jugar; que aún siendo un jugador de pocos recursos a fuerza de algunos goles, optimismo y confianza en si mismo se ganó el corazón de cada persona que tuvo el gusto de verlo.
La única alegría que quizá tenga y tengamos en Boca es la de poder, en un futuro, poder contarle la leyenda de un muchacho platensea a todo aquel que no lo conozca . Poder decir que vi sus más de 300 goles. Contar que una vez desde la tribuna lo vi romperse la rodilla, pero más de cien veces lo vi romper redes.
Pero hoy me duele tener que afirmar, que a partir del 12/6 ir a la Bombonera no será lo mismo. Que a partir del 19/6 ver a Boca ya no será lo mismo; que se termina una leyenda, que con 37 años, un ídolo, el máximo goleador contemporáneo a nivel mundial abandona la actividad, un miembro de la década dorada del club cuelga los botines.
Un hombre que nos hizo llorar y siempre de alegría, muy pocas veces de pena.
Un incansable de la vida, un optimista del gol... Simplemente Martín.


martes, 7 de junio de 2011
Esto es efímero; ahora efímero!
domingo, 5 de junio de 2011
Love.
jueves, 2 de junio de 2011
Cuántas callecitas, tantos cordones amigos.
Minutos después de eso ya me había tomado el Ibuprofeno y nos acercabamos cada vez más al Virgen del Pilar... Comentábamos cada casa que veíamos, cada obra en construcción, cada edificio. Mi mano izquierda hacía la señal de la cruz en mi cuerpo y unos metros más adelante ya veíamos la infraestructura del colegio.