CREER ES CREAR!

De repente, si creo en Dios, existe. Y si alguien a mi lado no cree en Dios, no existe, en su mundo, tan legítimo como el mío. Yo creo que, en cuanto a creer en Dios, tal vez se haya focalizado mayormente en la segunda parte de la cuestión, Dios. Creando así cientos de guerras y disputas en busca de certezas, en lugar de creer conveniente poner el foco en la primer parte del asunto, creer.
Posiblemente se hubiera creado gran incertidumbre, dado que no mucha gente cree que el verbo creer encierre mayores misterios. Yo en cambio creo que el verbo creer guarda una relación de equivalencia con el verbo crear, sobre todo cuando se conjugan en primera persona, yo creo.
Yo creo, que tanto creer como crear se asemejan, en lo fáctico, al verbo hacer e incluso al verbo nacer, pero no quiero crear mas confusión creyendo más cosas sobre estas dos palabras, que también difieren en una letra.
En fin, yo creo, que cuando creo algo, lo creo.

Juan Germán Fernández.

lunes, 30 de marzo de 2020

El enrosque por las madrugadas.


 Somos libres. Al menos, eso creemos. O nos han hecho creer. La libertad no existe, al menos en términos absolutos.
 Nos encanta pensarnos como seres libres y autónomos; sin pensar que somos parte de un dispositivo predeterminado, que naturalizamos, invisibilizamos y que, rara vez, alguien tiene la hidalguía de cuestionar.
 Quizá nuestra estructura social sea el sistema de confinamiento más eficiente que jamás haya existido: una gran jaula sin barrotes, con espacios comunes de interacción social donde, también, se nos regala la idea de propiedad privada. Aquella propiedad privada que nos enseñaron a anhelar, a trabajar para conseguir, a defender una vez obtenida, como si fuese algo que nos determine como personas. Y vaya paradoja transitamos hoy guardados en, justamente, nuestra propiedad privada ¿Alguien disfruta esto, acaso? ¿No sería momento de pensar la propiedad privada como otra de las herramientas bajo las cuales nos someten?
 Pensamos que somos libres, pero, cuando estamos en la calle ¿lo somos? ¿O simplemente estamos siendo funcionales a un poder que, de tanto normalizar, ya no vemos?
 En el supermercado, por ejemplo, uno piensa que es libre de comprar lo que quiere. En la mayoría de los casos solo elegimos algunos de los diversos productos que ese supermercado nos ofrece. Diversidad de productos de diversas sub marcas que están concentradas en tan solo nueve trasnacionales. ¿Es libertad o poder de elección? ¿Son sinónimos? 
 Miles de ejemplos similares. Un alumno de un colegio secundario se somete a una estructura que denota una relación de poder tal que debe solicitar autorización para algo tan mundano como usar el baño; o no poder expresar sus ideas en un espacio que, se supone, es aprendizaje ante el imperativo "usted se calla la boca". 
 Crecemos, visto este ejemplo básico, naturalizando estructuras verticalistas y autoritarias donde hacemos invisible el poder que se (nos) ejerce. Se nos inculca una falsa idea de libertad para que pensemos que quien no quiera someterse a este sistema es un anómalo.
 Y que peor para una raza que vive en contante relación con sus pares que no "sentirse parte", que sentirse aislado, solo e incomprendido. Sentirse anómalo. 
 Nos decimos “personas” en función de rasgos humanoides; nos decimos “individuos” porque cada uno de nosotros goza de una individualidad propia. Pero también decimos (o alguien nos dijo) que somos “sujetos”. ¿No será acaso que somos sujetos porque, amén de la redundancia, estamos sujetos? ¿Podemos ser libres si estamos sujetos a algo?

martes, 24 de enero de 2017

Animals: La obra. 40 años.

 Animals es, en vistas del texto introductorio (que podes leer en la entrada anterior), el primer trabajo netamente terrenal de Pink Floyd. Sin profundizar el análisis, el concepto se basa en el hombre y su comportamiento a nivel individual y colectivo.
  Este álbum quizá haya quedado perdido, sepultado por su antecesor y predecesor, pero no por ello deja de ser uno de los trabajos más interesantes para desagregar. Se puede considerarlo un nexo entre pasado y futuro. 
 Digo pasado: porque retoma un concepto que queda abierto al final de The Dark Side of The Moon. Las líneas finales de esta obra dicen:

“And everything under the sun is in tune, but the sun is eclipsed by the moon. There is no dark side of the moon really, matter of fact it’s all dark

“Y todo lo que está bajo el Sol está en armonía, pero el Sol está eclipsado por la Luna. No hay realmente un lado oscuro de la Luna, de hecho, es toda oscura”.

 Estas palabras pueden sonar vagas, al punto de un sin sentido. Pero si se tiene en cuenta el resto de las canciones, que tratan sobre la avaricia, la lujuria, el poder y el dinero, se entiende que hay un interrogante abierto. Se juega con los matices de Sol y Luna, luz y oscuridad para plantear: ¿El hombre es un ser de bien que tiene su lado malo? ¿O quizá sea una especie malévola que ha encontrado su lado racional viviendo de forma "civilizada"?

 Hablo de futuro: porque la temática de Animals, tan cruda, oscura y violenta, reflejando ira y desprecio hacia la estructura social, es el puntapié inicial para la masoquista ópera rock titulada The Wall.

 Si se habla del hombre y sus conductas, Animals toma un tinte más maquiavelista; con la salvedad de que no se remite solo al hombre en su vida política, sino que ambiciona caracterizar a los estratos sociales. Entonces, puede entenderse a esta obra como una reedición musical del texto Rebelión en la Granja, de George Orwell. En la estructura de Orwell se iconiza a la sociedad en animales: cerdos, perros, ovejas; en ese orden.

 Entendiendo las alegorías de Orwell quizá se pueda comprender mejor la portada del álbum: la Battersea Power Station (una central termoeléctrica que estaba al borde de cerrar sus puertas) es la ilustración principal. A la máxima altura de una de sus torres puede verse un cerdo volando. Reafirma el concepto de la superioridad de los cerdos sobre las ovejas (los obreros).



  En la estructura del álbum, Ping on the wind es lo más cercano a una canción de amor que Pink Floyd haya compuesto; su existencia podría carecer de sentido. Hay dos puntos que dan importancia:

1- Si no fuese por esta breve pieza, el álbum en su totalidad se vería resumido a 45 minutos de rabiosas críticas.
2- Esta canción da inicio y fin al disco. Podría interpretarse el mensaje de Waters a su mujer, pensando que sin ella, él mismo se hubiese terminado sumergiendo en el gran paréntesis que hay entre la primera y segunda parte; habría terminado siendo un cerdo, un perro o una oveja. Porque si sólo pensáramos en nosotros, sin importar qué le sucede a los demás, sólo seríamos eso.

 Las letras de las tres canciones restantes, como en cada obra maestra, son muy elaboradas y con metáforas increíbles, pero con un solo punto en común. Cerdos, perros y ovejas viven y mueren en la infelicidad, con preocupaciones y tristeza.

  Quizá la canción más compleja a la hora de analizar sea “Pigs (Three different ones)” porque, como lo dice el nombre, distingue tres tipos. ¿Quiénes son los cerdos? En las primeras estrofas se remite a los grandes empresarios ("Pez gordo, ricachón [...] Diciendo: sigan excavando"); el intermedio hace una clara alusión a Margaret Thatcher ("Ey tu, maldita vieja bruja") y al sector político; mientras que al final, con nombre y apellido (Mary Whitehouse) se ataca a los políticos censuradores ("estás intentando mantener nuestros sentimientos alejados de la calle").
 La reiteración de la expresión "eres una máscara" y "eres casi una carcajada, pero en realidad eres un llanto" nos dan el parámetro con el cual se caracteriza a estos cerdos. Son aquellos con intereses escondidos, aquellos que nunca muestran sus miserias y viven en la tristeza, aunque se muestren felices hacia afuera.  Aquellos que buscan llenar sus bolsillos a toda costa; aquellos que, veremos en los próximos párrafos, explotan ovejas y utilizan perros; nunca se ensucian las manos.

 Dogs es el eslabón intermedio, más cercanos a los cerdos. Pink Floyd los describe como una fuerza represiva; amaestrada por los cerdos para que se crean autónomos, pero sin dejar de operar bajo sus órdenes. Son bien recompensados por su "trabajo", pero a su vez deben estar constantemente alertas, nunca sintiéndose en su hogar. Podría entenderse una referencia a las fuerzas públicas y medios de comunicación.

 "Tengo que admitir que estoy un poco confuso, a veces me parece como si sencillamente estuviese siendo utilizado. Tengo que permanecer despierto." 

Nada mejor que remitirme a la letra de la canción para dar mejor entendimiento de mis palabras.

 Sheep, por su parte, es el sector de la sociedad que vive en la mentira, sabiendo de los peligros, pero negándose a enfrentarlos ("¿qué ganas con fingir que el peligro no es real?") Se los describe mansos y obedientes seguidores de sus líderes (los cerdos), y temerosos de los perros ("mejor que vigiles, podría haber perros alrededor"). Si bien la letra de Dogs no hace una alusión directa a la represión, esa pequeña estrofa es lo suficientemente clara.
 La etapa final de la canción relata una revolución, un levantamiento de las ovejas, decorándola con una magnifica estrofa: 

¿Has escuchado las noticias?

 ¡Los perros están muertos! 
Mejor quedate en casa y haz lo que se te dice 
Mantente fuera del camino si quieres envejecer


Si, los perros están muertos; pero los cerdos son quienes siguen operando desde más arriba. Y de esta forma la espiral nunca termina.

Una frase hecha, de autoría indefinida reza: "Quien no conoce su historia está condenado a repetirla". A 40 años, se evidencia que el mundo poco y nada ha aprendido de su propia historia.

Cualquier similitud con la realidad actual del Siglo XXI es pura coincidencia. 

Animals: Introducción. 40 Años.

 Todavía lo invaden algunos recuerdos de aquella fría mañana del 23 de enero del lejano 1977. Las congeladas aceras del barrio de Wandswoth, Londres, fueron únicos testigos de las solitarias pisadas de unos zapatos sin lustre.
 Ataviado con un avejentado abrigo de lana, una figura se adentraba en las brumosas calles con un rumbo fijo. La humedad típica de la región y la cercanía con el Támesis podrían ser alicientes suficientes para, amparándose en factores climáticos, describir la realidad que vivía el grueso del pueblo: inflación, desempleo, industrialización y violencia racial (ilustrado a la perfección en “La Naranja Mecánica”). Si, hasta en el primer mundo no dejan de estar exentos de estos procesos. Alejándose de las luces y del constante movimiento de Charing Cross la realidad era totalmente distinta.
 Ese día, esa mañana, no hubiese tenido nada de especial ni digno de mención dentro de la rutina de nuestro hombre si no fuese por ser la fecha de publicación de “Animals”, de la ya renombrada y controversial Pink Floyd.

 ¿Qué decir de ellos? Que han experimentado procesos de transformación constante álbum tras álbum, en un período de apenas 10 años. Atrás habían quedado cortes como Arnold Line, See Emily Play, Astronomy Domine, Let There be More Light; canciones que detentaban el contexto de extrema lisergia que se vivían a mediados de los sesenta. Canciones que, casi, parecieran ser una continuidad de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (quizá el disco más experimental que haya compuesto The Beatles). Ese contexto lisérgico que, vale la pena destacar, decretaría el alejamiento de Syd Barret como principal mente creativa del grupo.

 El contexto social, económico y político estableció, entrando en 1970, al punk como principal género de protesta. A modo de ejemplo, quisiera nombrar a Sex Pistols. The Rolling Stones aportaban lo suyo. Esto concluyó con la muerte de Syd Vicious y exilio de los Stones que dieron cierto alivio a la Corona. Pero era el momento de los Floyds.
 La salida de Barret dio a la banda un tinte más progresivo, dejando en el pasado cercano la psicodelia que los caracterizaba. El cambio musical no fue acompañado por los métodos de composición, que siguieron los lineamientos anteriores. Rock progresivo y prolijo, buenos trabajos de guitarras y sintetizadores, pero letras basadas en el espacio y el tiempo; apuntando al cielo y no al suelo.

 Un álbum que quizá pueda dar fuerza a mis palabras sea Meddle. Sin ser exitoso a nivel comercial, encontraremos un ambiente mágico al dejarnos llevar por Echoes, la canción más ambiciosa y trabajada del grupo. Fearless, del mismo álbum, es la canción más emotiva; líneas que invitan a enfrentarnos sin miedo (justamente, la traducción del título) a nuevos desafíos, incluso esos que parecen imposibles.

“Dices que la montaña es demasiado alta para escalar. Escálala. [...] Escoge el lugar y yo elegiré el momento, y escalaré esa colina a mi manera."

 Estrofas que se ven reforzadas por un himno que miles de bufandas rojas hacen resonar en el Anfield Road de Liverpool: “You’ll never walk alone” (Nunca caminarás solo).

 "Camina, camina con esperanza en el corazón. Y nunca caminarás solo".



 Esta etapa, marcada por la ya mencionada mutación, tendrá una conclusión magnifica con The Dark Side of the Moon. Letras sobre el espacio y el tiempo, habíamos dicho. En este caso, también del Sol y la Luna. 

 El quiebre compositivo se daría en 1975, con la publicación de Wish You Were Here. Un esquema más crítico y terrenal ilustra las nuevas composiciones, también un dejo de nostalgia, dado que tres de las cinco piezas que componen el álbum se basan en Syd Barret. Los dos restantes (Welcome to machine y Have a cigar) son ataques magistrales a la industria musical. 

domingo, 22 de enero de 2017

GLOBALIZACIÓN, IMPERIALISMO Y ALGO DE FÚTBOL.


Hay quienes marcan el inicio de la era globalizada basándose en los hechos claves para el desarrollo del Siglo XX: dos guerras en las que vieron involucradas gran parte de las naciones del mundo; una gran crisis económica que, teniendo sus causas en Europa, estalló en los Estados Unidos en octubre de 1929 iniciando un proceso de recesión en gran parte del mundo; una disputa ideológica entre dos naciones muy distantes geográficamente que tuvo en vilo al planeta entero; el afianzamiento de los medios de comunicación, de los sistemas de información, de internet... ¿Pero por qué no pensar en un proceso de globalización con inicios en épocas anteriores?. Aún sin el desarrollo tecnológico de nuestros tiempos, en la Edad Media, Cruzadas de por medio, existían rutas de comercio tricontinentales: Alejandría (actual Egipto, África), Bizancio (actualmente Estambul, Turquía, Asia), pasando por Venecia, Génova, Barcelona, Lisboa, Londres, Hamburgo. Aún sin un desarrollo científico, al que luego le daría forma Adam Smith, vemos en estos sistemas comerciales aquellas características con las que identificamos al liberalismo.
Antes del año 1500 Lutero propició su ruptura con la Iglesia Católica, en gran parte, difundiendo su tesis utilizando la recién nacida imprenta. Dicho acontecimiento dio inicios al Protestantismo, doctrina que se asentó, con ligeras diferencias, en Gran Bretaña (conocida como Anglicanismo), y en la época colonial llegaría a los territorios de la actual Estados Unidos. ¿Acaso este hecho no podría considerarse un atisbo, una micro globalización? Por estos mismos años surgía en el mundo el concepto de modernidad, entramos en la Edad Moderna, donde ser moderno no era otra cosa que dar rienda suelta a nuestro espíritu aventurero; de esta forma entramos en la época colonial. Sin detenerme a analizar los sangrientos procesos de conquista, hay que decir que éstas naciones, las conquistadoras, llevaron su cultura a nuevos territorios: costumbres, hábitos, idioma, religión, sistemas comerciales, económicos, jurídicos, sociales y políticos. ¿Acaso todos estos conceptos no son parte de una definición profunda de globalización?


Muchas veces se tiende a atar a este fenómeno con el concepto de lo instantáneo. Basta con solo leer la definición de la Real Academia Española para apreciarlo: “Proceso por el que los mercados, con el desarrollo de las tecnologías de comunicación adquieren dimensión mundial…”. Vimos que el mundo tendió a globalizarse sin haberse aún desarrollado por completo las tecnologías de comunicación. Este hecho está históricamente asociado a la revolución tecnológica (o Era de la Información, 1985 en adelante). En este período, solo con tener acceso a internet, uno puede enterarse sin demoras de las cosas que pasan en los lugares más ignotos del planeta.
Pero desde mucho antes de 1985 que las naciones exportan sus producciones e importan productos extranjeros. Yendo al ámbito de los capitales privados, medio centenar de años antes Coca Cola ya inauguraba fábricas muy lejos de su Atlanta natal; luego la industria musical y discográfica haría que The Beatles llevara su revolución social (y su venta de discos) a muchos kilómetros de las calles y bateas de Liverpool. No es casual la mención a este cuarteto británico para dar un ejemplo claro de cómo las lógicas de mercado globalizadas llevaron a que los ideales también se transformen en mercancía.
En nuestros tiempos, la globalización atada a la Era de la Información ha dado lugar a nuevos procesos de imperialismo. Procesos “no violentos” como se ha dado antaño, pero no por ello menos macabros. No se plantea un sometimiento a fuerza de fusil, ni la apropiación de los recursos productivos; las naciones imperialistas han expandido su cultura a fuerza de corromper los ideales de la gente de otros pueblos, llevando sus empresas, sus productos, sus películas, su música, y su deporte, todo a fuerza de dinero. Es decir, el sometimiento es económico. Por ello no es de extrañar que las nuevas potencias se disputen mercados con las potencias históricas. Detrás del afán del crecimiento económico, existe la posibilidad de mostrarle al mundo que ellas también son “perfectas”.


Tanto la lógica de la economía de mercado como el imperialismo han alcanzado a dos de las expresiones más puras que ha mostrado el Hombre desde su existencia: el arte y las prácticas deportivas. Fuentes de liberación por excelencia.
Insisto la ligación al imperialismo, porque ya no basta con que, por ejemplo, Estados Unidos lleve al mundo su ideología con fuerza militar mediante, o en formato libro, o en formato empresa. Con solo prender la televisión, podremos ver en directo un juego de fútbol americano de la liga NFL, o beisbol; prácticas poco habituales para nosotros. El intento de llevar dichos deportes a distintos rincones del mundo no deja de ser otra maniobra de difusión e imposición cultural. El primer intento, la NBA, fue un éxito, alcanzando límites comerciales inimaginables.
 Si de información se trata, al poco tiempo de comenzar esta redacción, el colegiado Craig Pawson anunciaba, con un pitido de silbato, que en el Anfield Road de Liverpool, gol de Georginio Wijnaldum mediante, el local derrotó a Manchester City. El partido fue televisado. En el día de la fecha también hubo fútbol en Marruecos, bastó una simple consulta en la web para saberlo. ¿Acaso alguien sabe algo de fútbol en China? Pese a ser un ávido consumidor del balompié, deberé sincerarme y decir que no. Pero… ¿Cuánto tiempo faltará para qué los medios mundiales nos muestren los goles de la Liga China? Estimo que no mucho.
La primera nación en dar difusión mundial y convertir el juego en espectáculo comercial fue Gran Bretaña. La máxima de este acontecimiento era y sigue siendo: “El juego de fútbol es, para el pueblo británico, como concurrir al teatro. Y para que la obra sea buena, debe contar con los mejores actores.” Premisa que luego adoptó Italia para su Serie A; y luego España. La irrupción de capitales asiáticos tuvo su primera intervención, justamente, en Gran Bretaña. Fly Emirates construyó el nuevo estadio de Arsenal, dejando en la historia el glorioso Highbury. Capitales privados se han hecho también de clubes enteros: Manchester City y Chelsea, históricamente chicos, a fuerza de dinero asiático y ruso se han convertido en los principales animadores de la Premier League, relegando a los históricos Arsenal, Liverpool y Manchester United. La multinacional Red Bull se ha hecho con el Razen Ballsport de Leipzig, quién disputa la Bundesliga con Bayern Munich. Mismo proceso ha encarado Estados Unidos con la totalidad de su liga, llevando a grandes figuras del fútbol mundial: gracias a ellos se venden derechos televisivos más caros.
Una de las economías más fuertes del mundo, como la China, no se iba a quedar atrás en este proceso.


El eje de la cuestión me hace volver a aquella premisa británica: “…los mejores actores.” Solo con mirar algunas plantillas nos daremos cuenta de que los mejores actores, los mejores jugadores, para salir de las metáforas, son sudamericanos. Y sin embargo, somos nosotros quienes debemos verlos por televisión; otra muestra de imperialismo. No siempre la nación más rica es en la que abunda calidad, pero a fuerza de dinero se puede importar calidad, y potenciarla; utilizarla como fuente de generación de dinero, incluso vendiéndola a su país de origen.
Debo admitir que el disparador de este escrito se da alrededor de todo lo que se ha generado a partir de la partida de Carlos Tévez a China. Y sin dudas, tomando a él como ejemplo, deberíamos ver en el día de hoy a la carrera de cualquier jugador de fútbol de la misma forma que vemos la filmografía de los actores de Hollywood. Muchos actores, de nombre mundialmente conocidos, salen de una película para ingresar a otra; y siempre serán héroes o villanos de rol protagónico. La lógica de este fútbol espectáculo no escapa de eso: Tévez, héroe en La Boca, en Sao Paulo, héroe y villano de Manchester, héroe en Turín… La próxima actuación será Shanghai, como la de tantos otros que desembarcarán, en el corto plazo, en la República Popular China.

martes, 17 de septiembre de 2013

No lo soñé... Lo viví.

 Patricio Rey me condujo hasta aquí. Una excusa perfecta para planear un viaje y desconectarse un tiempo. 
En el hotel, con las valijas ya armadas, el vuelo confirmado, en cuenta regresiva para ir hasta el aeropuerto, miles de momentos pasan por mi cerebro. Una tormenta de momentos vividos, que no se borraran con el paso del tiempo. 
 Recuerdo, en la lejanía, aquel 29 de abril, día de mi cumpleaños, cuando se gestó esta idea. Recuerdo la primera semana de Mayo, cuando ya teníamos confirmado tanto el avión como el hotel. Recuerdo agosto, cuando se agotaron las entradas, y toda esa ilusión que se había incrementado desde abril tambaleó, al punto del llanto, al punto de pensar en suspender todo y perder el dinero. Recuerdo que el Indio, en una muestra de grandeza, movilizó a toda la organización para buscar un nuevo predio, que albergue todas nuestras almas, y así mi corazón volvió a latir; con la entrada en mano, la verdadera vigilia comenzó. 
 En mi memoria aparece el 10 de septiembre, día que nos amaneció caluroso y despejado. Recuerdo haber llegado a Capital Federal con varias horas de antelación. Recuerdo el despegue, la presión en el estómago, el apunamiento de estar a más de diez mil metros sobre el nivel del mar, y recuerdo el grotesco aterrizaje. 
 Mendoza Capital nos recibió con su habitual clima árido, con el Zonda a mil y, obviamente, con un calor difícil de soportar.  

 Hoy, llegado el fin del viaje, reitero lo que afirmé hace algunos días: Mendoza es una ciudad hermosa. El gran parque San Martín frente al hotel, la inmensidad de plazas enormes, las calles más limpias que pude ver en mi vida. Gente muy amable, atenta, respetuosa. Tranquilidad hasta en las zonas más céntricas. Espero poder hacerme entender si digo que hasta los choferes de los colectivos de línea son buena onda. 
 Todo era expectativa en la ciudad, Solari tocaba por primera vez allí y eso se hacía sentir. Desde el martes que llegamos, hasta hoy, lunes, en las tapas de todos los diarios locales el título principal hacía referencia al show: "SE ESTIMA QUE LA LLEGADA DEL INDIO DEJARÁ $50 MILLONES EN LA CIUDAD"; "EL INDIO YA ESTÁ EN LA CIUDAD"; "FANÁTICOS ACAMPAN EN EL PARQUE AGNESI ESPERANDO AL INDIO"; "EL INDIO YA LLEGÓ A MENDOZA"; "LLUVIA Y CERO GRADOS PARA EL RECITAL MÁS CONVOCANTE DE LA HISTORIA". La gente, en la calle, estaba orgullosa de que en su ciudad se presentara el Indio. Desde la organización, también hicieron notar eso y montaron un gran operativo de seguridad, transporte y limpieza. 
 La ida hacia el departamento de San Martín estuvo demasiado bien organizada: desde la terminal, partían micros de línea hacia la localidad del evento, con un valor de $27 ida y vuelta. Mucha policía, mucho control. Pero en San Martín, la cosa no era tan así; los cacheos previos al ingreso permitieron la entrada de gran variedad y cantidad de bebidas alcoholicas, los muchacho de control partían las entradas por la mitad, generando bronca en la gente. La salida fue aún más caótica, 150mil almas retirándose por dos puertas, los colectivos para volver a Mendoza se colapsaban, avalanchas humanas contra la Policía, que desapareció. Y nosotros llegando al hotel a las 5 de la madrugada. 
 El Indio ya había tocado. Recuerdo mis lágrimas una vez en el micro hacia San Martín. Recuerdo mis lágrimas cuando la voz del Indio hizo la clásica presentación de: "Damas y caballeros, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado" y los acordes de Luzbelito y las sirenas hicieron vibrar a la masa. Recuerdo el pogo más grande del universo. Recuerdo la cara del Indio, a la distancia, esa mordida de labios me hicieron entender que él, gestor de esta religión, tampoco podía creer lo que estaba viendo; no podía creer lo que había logrado. No podía creer que para verlo a él, la gente bancó un viaje, acampó en parque con temperatures muy bajas en la madrugada, no podía creer que allí, en el autódromo, había congregado a la población entera de la ciudad de Mendoza.
El periplo, como ya dije, finalizó. Pero todavía falta una andanza más que quedará en el recuerdo. Haber recorrido la Ruta 7, mano hacia Chile. haber pisado la segunda cadena montañosa más importante del mundo, de haber disfrutado una nevada por un ratito. La Cordillera de los Andes es, sin lugar duda, el lugar más hermoso que jamás haya visto. Ojalá algún día pueda volver y disfrutarla nuevamente. 
 Ahora que todo llega a su fin, me siento con ganas de volver a ver a mi familia y amigos. De volver a mi ciudad, La Plata. No siento demasiadas ganas de facultad, que me está esperando con mil cosas para hacer y ponerme al día. Pero el Indio ya tocó, ya volví a ser parte de esta ceremonia y, como sea, estaré en la próxima. 
Mendoza, sin lugar a dudas marcaste a fuego una parte grande de mi corta vida. Hora de volver, hay que aterrizar. Allá voy, La Plata querida!

miércoles, 21 de agosto de 2013

Pequeña crónica de una derrota tipo Libertadores.

 Puedo recordar. El optimismo, la energía. Pero al mismo tiempo puedo recordar la incertidumbre que se sentía en la vereda, en las escaleras y, finalmente, en las gradas. No se podía comparar con la competición nacional, cualquier partido de carácter continental es distinto, se vive distinto. En esa competición, el frío que pueda provocar el viento que viene directo del Río de La Plata, en la tercer bandeja norte del estadio de Boca Juniors, se convierte automáticamente en un motivo de celebración; no existe el frío, solo hay calor. Puedo recordar también aquel gol convertido por Roncaglia, que había desatado la locura de un pueblo vestido de azul y oro, gloriosos colores que la bandera sueca cedió a una enorme institución. Y también puedo recordar el empate en la hora...
 Corría el 4 de julio de aquel ya lejano 2012. Un miércoles 4 de julio que en la ciudad de La Plata amaneció despejado, pero con una helada típica del húmedo invierno de la región. Apenas una semana, siete días atrás, en una noche igual de fría que esa mañana, un infortunio hizo peligrar la chance de que media República Argentina pueda enarbolar un gran festejo, un festejo que no todos saben lo que se siente. Pero ese peligro seguía latente, hasta ese 4 de julio, donde en la noche todo se inclinaría para un lado, sea para bien, o para mal.
 Esa día todo fue distinto, las relaciones sociales no eran las mismas de siempre, la concentración no era la misma... Un escalofrío atravesaba el cuerpo cuando se hablaba del tema, la tensión subía a cada segundo, paralizando cada parte del cuerpo, esperando que llegue el anochecer.
 La noche cayó, y en ese momento la tensión del cuerpo impedía que este pudiese reaccionar ante cualquier estímulo. En el comedor, templo sagrado al cual se peregrina cuando abandonamos el verdadero templo sagrado, los nervios vaporosos se respiraban en paralelo al oxigeno. Y en la helada silla de madera, un hombre sentado, con la camiseta clavada como una espina en la piel.
 El pitazo del hombre vestido de negro se escuchó en simultáneo al ruido que produce un cigarrillo al encenderse... Y un grito de guerra: "VAMOS BOCA, CARAJO!" retumbó en el ambiente indicando que el partido había comenzado. Ya rodaba el esférico en la llanura verde.
 La tensión corporal no disminuyó en los 15 minutos de entretiempo, minutos fatídicos que marcaban una realidad: al término del primer tiempo, el partido entre Corinthians y Boca Juniors estaba igualado, y la Copa Libertadores no tenía dueño.
 Ya en la etapa complementaria, dos tantos de Emerson otorgaron el trofeo al equipo de Brasil, que lo festejó por primera vez. Y así fue, uno de los clubes más ganadores del mundo, que había obtenido la copa en disputa en seis oportunidades, caía derrotado ante Corinthians, club que dicen los que saben, es el más popular de su país. Puedo recordar esas caras... Expresiones de los jugadores... Expresiones del técnico... Expresiones de la hinchada. Expresiones que muy bien conozco, expresiones únicas, expresiones distintas a ganar una liga loca, un Mundial de Clubes o un partido al clásico rival. Expresiones que sólo lo Copa Libertadores y su mística sacan a relucir.
 Algunos kilómetros al sur, en Argentina, muchos estaban en stand by. Muchos no habían reaccionado ante semejante escenario. Parecía que se esperaba un golpe de nocaut, golpe que deje en la lona durante un tiempo indeterminado a cualquiera. Golpe que finalmente dio Juan Román Riquelme, estrella surgida en la cantera y repatriada en 10 millones de dólares, al anunciar que no continuaba en el club.
 En la mesa, un plato con comida ya fría parecía esperar que alguien se sentara frente a el. Cosa que no sucedió. El mundo se había transformado en un lugar no propicio para la vida.

No hubo mañana después de esa noche. Mañana llegó cuando el sol iluminó a través de un ventanal a una habitación en ruinas. Mañana llegó cuando el sol iluminó en la habitación, a una persona tendida en la cama, tiesa, con los ojos vidriosos e irritados clavados en un punto fijo del techo.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Messi es un perro. (Hernán Casciari 11/6/12)

La respuesta rápida es por mi hija, por mi esposa, porque tengo una familia catalana. Pero si me preguntan en serio por qué sigo acá, en Barcelona, en estas épocas horribles y aburridas, es porque estoy a cuarenta minutos en tren del mejor fútbol de la historia.
Quiero decir: si mi esposa y mi hija decidieran irse a vivir a Argentina ahora mismo, yo me divorciaría y me quedaría acá por lo menos hasta la final de la Champions. Y es que nunca se vio algo parecido adentro de una cancha de fútbol, en ninguna época, y es muy posible que no ocurra más.
Es verdad, estoy escribiendo en caliente. Redacto esto la misma semana en que Messi hizo tres para Argentina, cinco para el Barça en Champions y dos para el Barça en Liga. Diez goles en tres partidos de tres competiciones diferentes.
La prensa catalana no habla de otra cosa. Durante un rato, la crisis económica no es el tema de inicio en los noticieros. Internet explota. Y en medio de todo esto a mí me acaba de pasar por la cabeza una teoría extraña, muy difícil de explicar. Justamente por eso intentaré escribirla, a ver si termino de darle vuelo.
Todo empezó esta mañana: estoy mirando sin parar goles de Messi en Youtube, lo hago con culpa porque estoy en mitad del cierre de la revista número seis. No debería estar haciendo esto.
De casualidad hago clic en una compilación de fragmentos que no había visto antes. Pienso que es un video más de miles, pero enseguida veo que no. No son goles de Messi, ni sus mejores jugadas, ni sus asistencias. Es un compilado extraño: el video muestra cientos de imágenes —de dos a tres segundos cada una— en las que Messi recibe faltas muy fuertes y no se cae.

No se tira ni se queja. No busca con astucia el tiro libre directo ni el penal. En cada fotograma, él sigue con los ojos en la pelota mientras encuentra equilibrio. Hace esfuerzos inhumanos para que aquello que le hicieron no sea falta, ni sea tampoco amarilla para el defensor contrario.
Son muchísimos pedacitos de patadas feroces, de obstrucciones, de pisotones y trampas, de zancadillas y agarrones traicioneros; nunca las había visto a todas juntas. Él va con la pelota y recibe un guadañazo en la tibia, pero sigue. Le pegan en los talones: trastabilla y sigue. Lo agarran de la camiseta: se revuelve, zafa, y sigue.
Me quedé, de repente, atónito, porque algo me resultaba familiar en esas imágenes. Puse cada fragmento en cámara lenta y entendí que los ojos de Messi están siempre concentrados en la pelota, pero no en el fútbol ni en el contexto.
El fútbol actual tiene una reglamentación muy clara por la que, muchas veces, caer al suelo es asegurar un penal, o conseguir que se amoneste al zaguero contrario es propicio para futuros contragolpes. En estos fragmentos, Messi parece no entender nada sobre el fútbol ni sobre la oportunidad.
Se lo ve como en trance, hipnotizado; solamente desea la pelota dentro del arco contrario, no le importa el deporte ni el resultado ni la legislación. Hay que mirarle bien los ojos para comprender esto: los pone estrábicos, como si le costara leer un subtítulo; enfoca el balón y no lo pierde de vista ni aunque lo apuñalen.
¿Dónde había visto yo esa mirada antes? ¿En quién? Me resultaba conocido ese gesto de introspección desmedida. Dejé el video en pausa. Hice zoom en sus ojos. Y entonces lo recordé: eran los ojos de Totín cuando perdía la razón por la esponja.
Yo tenía un perro en la infancia que se llamaba Totín. Nada lo conmovía. No era un perro inteligente. Entraban ladrones y él los miraba llevarse el televisor. Sonaba el timbre y no parecía oírlo. Yo vomitaba y él no venía a lamer.
Sin embargo, cuando alguien (mi madre, mi hermana, yo mismo) agarraba una esponja —una determinada esponja amarilla de lavar los platos— Totín enloquecía. Quería esa esponja más que nada en el mundo, moría por llevarse ese rectángulo amarillo a la cucha. Yo se la mostraba en mi mano derecha y él la enfocaba. Yo la movía de un lado a otro y él nunca dejaba de mirarla. No podía dejar de mirarla.
No importaba a qué velocidad moviera yo la esponja: el cogote de Totín se trasladaba idéntico por el aire. Sus ojos se volvían japoneses, atentos, intelectuales. Como los ojos de Messi, que dejan de ser los de un preadolescente atolondrado y, por una fracción de segundo, se convierten en la mirada escrutadora de Sherlock Holmes.
Descubrí esta tarde, mirando ese video, que Messi es un perro. O un hombre perro. Esa es mi teoría, lamento que hayan llegado hasta acá con mejores expectativas. Messi es el primer perro que juega al fútbol.
Tiene mucho sentido que no comprenda las reglas. Los perros no fingen zancadillas cuando ven venir un Citroën, no se quejan con el árbitro cuando se les escapa un gato por la medianera, no buscan que le saquen doble amarilla al sodero. En los inicios del fútbol los humanos también eran así. Iban detrás de la pelota y nada más: no existían las tarjetas de colores, ni la posición adelantada, ni la suspensión después de cinco amarillas, ni los goles de visitante valían doble. Antes se jugaba como juegan Messi y Totín. Después el fútbol se volvió muy raro.
Ahora mismo, en este tiempo, a todo el mundo parece interesarle más la burocracia del deporte, sus leyes. Después de un partido importante, se habla una semana entera de legislación.
¿Se hizo amonestar Juan exprofeso para saltarse el siguiente partido y jugar el clásico? ¿Fingió realmente Pedro la falta dentro del área? ¿Dejarán jugar a Pancho acogiéndose a la cláusula 208 que indica que Ernesto está jugando el Sub-17? ¿El técnico local mandó a regar demasiado el césped para que los visitantes patinen y se rompan el cráneo? ¿Desaparecieron los recogepelotas cuando el partido se puso dos a uno, y volvieron a aparecer cuando se puso dos a dos? ¿Apelará el club la doble amarilla de Paco en el Tribunal Deportivo?
¿Descontó correctamente el árbitro los minutos que perdió Ricardo por protestar la sanción que recibió Ignacio a causa de la pérdida de tiempo de Luis al hacer el lateral?
No señor. Los perros no escuchan la radio, no leen la prensa deportiva, no entienden si un partido es amistoso e intrascendente o una final de copa. Los perros quieren llevarse siempre la esponja a la cucha, aunque estén muertos de sueño o los estén matando las garrapatas.
Messi es un perro. Bate records de otras épocas porque solo hasta los años cincuenta jugaron al fútbol los hombres perro. Después la FIFA nos invitó a todos a hablar de leyes y de artículos, y nos olvidamos que lo importante era la esponja.
Y entonces un día aparece un chico enfermo. Como en su día un mono enfermo se mantuvo erguido y empezó la historia del hombre. Esta vez ha sido un chico rosarino con capacidades diferentes. Inhabilitado para decir dos frases seguidas, visiblemente antisocial, incapaz de casi todo lo relacionado con la picaresca humana. Pero con un talento asombroso para mantener en su poder algo redondo e inflado y llevarlo hasta un tejido de red al final de una llanura verde.
Si lo dejaran, no haría otra cosa. Llevar esa esfera blanca a los tres palos todo el tiempo, como Sísifo. Una y otra vez. Guardiola dijo, después de los cinco goles en un solo partido:
—El día que él quiera hará seis.
No fue un elogio, fue la expresión objetiva del síntoma. Lionel Messi es un enfermo. Es una enfermedad rara que me emociona, porque yo amaba a Totín y ahora él es el último hombre perro. Y es por constatar en detalle esa enfermedad, por verla evolucionar cada sábado, que sigo en Barcelona aunque prefiera vivir en otra parte.
Cada vez que subo las escaleras internas del Camp Nou y de pronto veo el fulgor del pasto iluminado, en ese momento que siempre nos recuerda a la infancia, digo lo mismo para mis adentros: hay que tener mucha suerte, Jorge, para que te guste mucho un deporte y te toque ser contemporáneo de su mejor versión, y, trascartón, que la cancha te quede tan cerca.
Disfruto esta doble fortuna. La atesoro, tengo nostalgia del presente cada vez que juega Messi. Soy hincha fanático de este lugar en el mundo y de este tiempo histórico. Porque, me parece a mí, en el Juicio Final estaremos todos los humanos que han sido y seremos, y se formará un corro para hablar de fútbol, y uno dirá: yo estudié en Amsterdam en el 73, otro dirá: yo era arquitecto en São Paulo en el 62, y otro: yo ya era adolescente en Nápoles en el 87, y mi padre dirá: yo viajé a Montevideo en el 67, y uno más atrás: yo escuché el silencio del Maracaná en el 50.
Todos contarán sus batallas con orgullo hasta altas horas. Y cuando ya no quede nadie por hablar, me pondré de pie y diré despacio: yo vivía en Barcelona en los tiempos del hombre perro. Y no volará una mosca. Se hará silencio. Todos los demás bajarán la cabeza. Y aparecerá Dios, vestido de Juicio Final, y señalándome dirá: tú, el gordito, estás salvado. Todos los demás, a las duchas.

viernes, 1 de marzo de 2013

Trabajo para la facu: Compromiso Social del Periodista.


Si a alguien en la calle se le habla de compromiso social, apostaría algo a que lo primero que se le cruza por la mente es alguna idea relacionada con la política. Ambas palabras, compromiso y social, forman parte del vocablo político sea cual sea la bandera y estandarte que defiendan. Aunque no siempre el compromiso social tiene que estar ligado a la política. Si entendemos la expresión en su esencia, podemos liarla directamente a la solidaridad y defensa de una sociedad igualitaria y justa; por ende, cada persona en su profesión u oficio puede hacer algo. ¿Sería posible garantizar cobertura universal si el médico atendiese solo a un sector social, obviando otros? ¿Sería posible la integración plena en un grupo escolar sin el compromiso de un maestro? Ahí percibimos dosis del compromiso social de cada uno.
En el ámbito periodístico el compromiso social puede ser mayor. No en vano, los periodistas son la vía de transmisión de mensajes a la sociedad. Los periodistas y los medios son los depositarios del derecho de la información, expreso en la Constitución Nacional. Surge, en primer lugar, del artículo 1° de la Carta Magna, en tanto que establece que “la Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa, republicana y federal”. En segundo lugar, se desprende del artículo 14 de la Constitución Nacional que contempla el derecho de publicar las ideas por la prensa sin censura previa. A partir de la reforma constitucional de 1994 el derecho de acceso a la información pública también es incorporado en los artículos 38 (partidos políticos), 41 (medio ambiente), 42 (consumidores y usuarios), 43  (habeas data). Los ciudadanos, únicos titulares del derecho de la información (efectivamente, es un derecho y no un negocio), delegan su ejercicio efectivo en los periodistas. El ciudadano debe saber la importancia de estar bien informado, que la información es un derecho tan importante como la educación y que es, asimismo, una obligación informarse. El cumplimiento de ese mandato del consumidor, los periodistas tienen la responsabilidad de velar porque la información sea veraz, rigurosa y comprometida con los valores de las democracias, los derechos humanos y la igualdad. Cualquier deterioro de esos requisitos supone una dejación de funciones del informador y conlleva una agresión contra el derecho a la información y, como consecuencia, el deterioro de uno de los rasgos esenciales de la democracia. Si ciudadano no está correctamente informado se pone en riesgo su libertad, y la democracia auténtica debe defenderse desde el conocimiento. El periodista debe trabajar por el desarrollo espiritual e intelectual del ciudadano, además de contribuir en la construcción del desarrollo social. Es importante que en la función social del Periodismo participen, aparte de los periodistas, los dueños de empresas de comunicación, el público e incluso el Estado; de otra forma, se pondría en juego la credibilidad.

Las complicaciones llegan, como en todas las labores, a la hora de llevar a la práctica este compromiso. El hecho de que los periodistas estén involucrados en grupos (sean públicos o privados) con intereses de por medio entorpecen la labor de informar verazmente. La información que se emite en los medios puede ser manipulada, y eso nos lleva a preguntarnos qué herramientas tiene el periodista para ejercer el compromiso si no encuentra respaldo ni de su empleador ni de las fuentes de información. Lo cierto es que en los últimos años, vienen escaseando los periodistas comprometidos. Contar la verdad absoluta en el siglo XXI está siendo realmente un enorme desafío y el Periodismo parece estar olvidando su compromiso y responsabilidad social y colabora (a sabiendas o no) con empobrecimiento cultural y dejación de valores, dejando de servir a la sociedad para servirse de ella.

Sea por la globalización o por los intereses de los grupos informativos, es cada vez más dificultoso obtener información de calidad. Es acertado el proyecto de querer formar periodistas capacitados para ejercer la profesión sin olvidar su rol como comunicador social.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Ciento sesenta y cuatro días después.


Escenario repetido, intérpretes repetidos, la calificación de “Partidazo” nuevamente latente… 164 días después de aquél épico 4 – 5, el estadio Alberto J Armando volvía a albergar un nuevo Boca Juniors – Independiente. Distinto era el contexto, en aquel mes de Abril el partido correspondía a la quinta fecha torneo Clausura de la AFA, en esta ocasión se disputaba la segunda fase (primera para estos equipos) de la Copa Sudamericana, organizada por la CONMEBOL.
El domingo pasó a ser miércoles, y la tarde pasó a casi noche… Los jugadores en el campo de juego y el pitazo de Patricio Lousteau le daba inicio al juego entre los dos clubes más coperos de la nación.
Podemos marcar algunas similitudes entre ambos partidos, técnica y tácticamente.
Aquel domingo de abril, Independiente llegaba algo o totalmente diezmado: tras cuatro fechas el equipo no acumulaba puntos, ni siquiera goles a favor. Con la renuncia de Ramón Díaz algunos días antes, Cristian Díaz ocupaba el puesto de director técnico mientras se esperaba el arribo de Américo Rubén Gallego. Con el debut de tres juveniles (Rodríguez en el arco, Monserrat en el mediocampo y Vidal en la delantera), el Rojo esperaba, como mucho, sacar un empate de esa Bombonera que le diera un soplo de aire fresco.
Por su parte, el Xeneize llegaba tras tres victorias y un empate, con el clima caldeado tras en “Escándalo Barinas”.
Con solo decir que Independiente a los siete minutos de juego se encontraba arriba por dos tantos en el marcador (el debutante Vidal, y el Malevo Ferreyra), y que a los doce Boca descontaba, da claras pautas de la rareza en el desarrollo del juego. Ni hablar de que ese partido quedaría en la historia. A la mitad del primer tiempo el marcador decía que el visitante ganaba por 3-1. El gol a los cuarenta segundos de juego, y el siguiente a los seis minutos dejaron en claro la idea de Independiente: defender el resultado sea como sea. A esa altura el juego del Rojo era normal, pero tras el descuento de Roncaglia, Independiente se dedicó a hacer tiempo de las maneras más clásicas y más insólitas posibles. Luego del 1-3 el Rojo volvió a dejar ese planteo austero de lado.
Boca estaba enchufadísimo, con el marcador a cuestas y el tiempo corriendo, generaba más peligro que el Rojo, manejaba la pelota más criteriosamente, falló siempre en el último pase y, cuando no lo hacía, las fallas en las definiciones hacía que no se pudiese equilibrar el resultado.
La misma tendencia se repetía en el segundo tiempo, donde de 1-3, Boca logró ponerse 4-3. El Rojo estuvo perdido durante el desarrollo de todo el partido, siendo superado técnica y tácticamente por el Xeneize. Con el marcador ahora en desventaja, Independiente con poco intentó salir a buscar el gol que concretara la igualdad. Boca seguía desperdiciando chances claras hasta que, faltando apenas segundo para el minuto noventa, un centro y cabezazo de Farías concretaban el empate, que parecía cerrar el partido. Pero había más: con Boca volcado en pleno ataque, un rechazo desde la defensa dejaba mano a mano a Farías con Schiavi, que no pudo llegar a cerrar y, el Tecla, ahora mano a mano con Orión, concretó el definitivo 4-5.

El panorama de hoy era similar al de aquella tarde: Independiente sin puntos tras tres partidos, sin goles a favor, último en la tabla de promedios, con Cristian Díaz jugando su permanencia como DT del Rojo, y con la derrota por dos goles en el clásico todavía doliendo como una daga clavada en el pecho, debía jugar ante un Boca que, tras caer ante Quilmes, pudo reponerse saliendo campeón de la Copa Argentina, ganándole consecutivamente a Tigre y All Boys.
El partido era muy malo; el Rojo había llegado con cierto peligro una sola vez, mientras que Boca no había inquietado a Hilario Navarro. El desarrollo se resumía a la pelea en mitad de cancha.
A los quince minutos, tras una garrafal falla de Galeano en defensa y una floja respuesta de Hilario, Boca abre el marcador de la mano de Santiago Silva.
De ahí en más la balanza se inclinaría para Boca que, sin brillar, peloteaba a un Independiente totalmente desorientado.
El punto de quiebre se podría haber dado a la mitad de ese primer tiempo, en el cual tras un centro de Silva, tres jugadores Xeneizes esperaban libres de marca para impactar con su cabeza: Nico Blandi fue el afortunado, pero se cabezazo fue de la manos de Hilario, salvando al Rojo de un gol inminente, el cual hubiese sido un golpe de knock out.
En la previa se podía ver que quizá Boca podía sufrir ataques de Independiente por el sector derecho de su defensa: sin un marcador de punta definido tras la lesión de Franco Sosa, el lugar era ocupado por Cellay, habitual central; mientras que en mitad de cancha, un Pablo Ledesma de flojo rendimiento en este último tiempo tras la lesión sufrida con Unión Española por la Copa Libertadores, no aportaba mucho en la marcación. En ese sector Independiente ubicaba a dos ex Boca: el paraguayo Claudio Morel Rodríguez, con mucha proyección en ataque; al colombiano Fabián Vargas, con su distintiva marca y llegada a fondo. Como así también al joven delantero Vidal movilizándose por ese sector del ataque Rojo.
Y, en una arremetida de Boca a los 44’ el Rojo recuperó la pelota y salió rápido, explotando la falencia de Boca en ese sector, tras un centro atrás Jonathan Santana pudo conectar a gol. El empate fue un baldazo de agua fría para el Xeneize, y una sorpresa totalmente inesperada para un Independiente que todavía no lograba pararse bien en cancha.
Un minuto después de eso, cuando todos pensaban que el primer tiempo finalizaría igualado, Clemente saca un lateral al área, donde Santiago Silva protege la pelota con su cuerpo y descarga hacia atrás para un Leandro Somoza totalmente libre que, pegándole como le llegó, inclina el marcador nuevamente para el conjunto local. 

Viendo lo ocurrido en ese primer tiempo, se veía notablemente la tranquilidad del hincha azul y oro, como también la desesperación del hincha rojo. Todo parecía indicar que Boca ganaría el partido ante un flojísimo Independiente que en su segunda llegada a fondo había logrado el valioso gol de visitante. El local no presentó modificaciones para el inicio del segundo parcial; mientras que Díaz optó por sacar a Galeano, quien falló en el primer gol Xeneize, estaba con una tarjeta amarilla en sus espaldas y, para colmo, se lo había visto muy nervioso.

Pero en el fútbol nunca nada está escrito, y apenas unos minutos de comenzada la segunda mitad el rojo lograría igualar nuevamente: el joven arquero D’Angelo salió muy bien a cortar un centro picante de Rosales que llegaba a la cabeza de Farías, la pelota quedó para Vidal, pero un rápido D’Angelo impidió el remate y, el rebote tuvo otra vez como destino a un jugador rojo que no perdonó… Desde afuera del área, Rosales levantó la pelota, que sobrevoló la cabeza de Burdisso y que, pese a los esfuerzos de Rolando Schiavi cruzó la línea de meta, concretando un empate totalmente injusto.
Y como si ese gol hubiese significado poco para el Xeneize, a los seis minutos el mal sería mayor: Rolando Schiavi comete una infracción bien penada por el árbitro con una tarjeta amarilla, el central Xeneize ya había sido amonestado en la primera parte. Amarilla y amarilla… Boca con diez jugadores en el campo.
Julio Falcioni actuó de inmediato y movió el banco: corriendo a Cellay a su posición natural para cubrir el espacio dejado por Schiavi, mandó a la cancha a un marcador de punta de derecho natural, al debutante Albín recientemente llegado de Peñarol de Montevideo. De la cancha se retiró un flojo Cristian Chávez, quedando como esquema táctico el 4-3-2.
Pocos minutos después se daría un nuevo debut, el de Lautaro Acosta. El ex Lanús, procedente del Sevilla español ingresaría con la número 7 a la cancha en reemplazo de Nicolás Blandi.
Los veinte minutos siguientes achataron el partido bajo cualquier punto de vista. No pasaba nada de nada, Boca se perdió casi tanto como Independiente en el primer tiempo. Y el Rojo seguía sin poder levantar cabeza…
Boca volvió a encontrar espacios para quebrar a la defensa de Independiente, con participación activa de los debutantes.
El uruguayo Albín recupera la pelota atrás de mitad de cancha, y sale gambeteando rememorando viejas actuaciones del histórico Hugo Benjamín Ibarra, llegando a la medialuna defendida por el Rojo es víctima de una infracción, bien pitada por el árbitro y bien sancionada con amonestación. El juvenil Juan Sánchez Miño es quien acomoda la pelota, con la tranquilidad, seguridad y determinación de quién pareciera que jugara en la Bombonera con la camiseta de Boca desde hace diez años. Su remate se cuelga del ángulo y, a falta de veinte minutos el Xeneize se ponía nuevamente arriba en el marcador.
De ahí en más Boca siguió encontrando espacios para liquidar el pleito, pero falencias tanto en definición como en el último toque complicaron las cosas.
Otra arremetida de Albín llegando a fondo y rompiendo líneas, entre Silva y Acosta como opción para pase en profundidad el charrúa opta por Lautaro, quien entrando al área y con el arquero achicando, prefiere descargar para Silva antes que definir. Su pase es deficiente y la pelota es enviada al corner por un defensor rojo.
Contraataque: apertura a la izquierda para Clemente Rodríguez que, cerrándose, logra quedar mano a mano con Hilario Navarro. Su remate fue malo y bien tapado por el cuerpo del arquero.
Acosta logra ganarle a Morel en la derecha del ataque Xeneize y, dentro del área se perfila para tirar el centro atrás a un Santiago Silva desmarcado, pero su pase sale con poca potencia y la pelota volvió a ser poseía por Independiente.
Faltando cinco minutos para la finalización parecía que todo terminaría 3-2, pero todavía faltaba una jugada: Clemente Rodríguez no logra interceptar un pase y la pelota se escurre entre sus piernas, quedando en poder de un jugador de Independiente dentro del área defendida por D’Angelo. Automáticamente Clemente se tira al piso, barriendo al jugador del Rojo, cometiendo una falta infantil. Y sí, penal para Independiente en el minuto noventa…
Toda la fé del hincha local estaba depositada en su arquero, mientras que toda la esperanza Roja estaba en los pies de Ernesto Farías, quien acomodó y se dispuso a patear. D’Angelo se tiró a su derecha, adivinando hacia dónde iría el disparo de Farías, pero sin poder impedir que la pelota cruce la línea… El pitazo del árbitro indica invasión de área, decretando que el penal se debía ejecutar nuevamente: en esta ocasión, D’Angelo cambió de palo, Farías no, y el partido 3 – 3.

Y así, 164 días después de la denominada “batalla de la Bombonera”, de la mano del mismo técnico, Independiente de la mano de Farías vuelve a amargar a Boca.
Y Boca, 164 días después de haberle regalado un poco de vida, un poco de paz a la crisis de Independiente, vuelve a hacerlo. En esta ocasión, teniendo todo para haber liquidado la historia en la primera parte, se quedó con un pie y medio afuera de la Copa Sudamericana… Ahora, a esperar la revancha en Avellaneda, dónde deberá ganar para clasificar. Si empata, debe al menos convertir cuatro goles para evitar los penales.   

lunes, 14 de mayo de 2012

La mitad de la torre.

El sudor comenzó a humedecerle las manos, a mojar su pelo. Los brazos temblorosos por el cansancio. No tanto las piernas, tambaleantes por la inestabilidad que producían las ojotas que calzaban los pies. La mente en estado de tensión, desesperación y nerviosismo. El ritmo cardíaco y respiración aumentaban, y un leve temblor aparecía en las sudorosas manos. Esa inyección de adrenalina lo puso en duda, su instinto lo animaba a seguir, asegurando el éxito inmediato; pero la parte más sensata y racional lo obligaba a echarse atrás, abortar la aventura. Decidió dar un paso atrás y colisionó contra alguien que respondió: "Dale, seguí". Una voz que dio la sensación de haber hecho eco durante cinco minutos. A duras penas continuaba, no se veían luces en lo alto, pero tampoco en lo bajo. Se sentía prisionero en una oscuridad dominante. El frío metal al cual se había aferrado ahora parecía caliente y comenzó a sentir una repentina falta de aire. Un inminente arrebato de claustrofobia lo sumió en la peor de las desesperaciones: estaba necesitado de abandonar esa boca de lobo, subiendo o bajando debía abandonar. Tomo tres bocanadas abundantes de aire, dejó que ese oxigeno llegara a los músculos y abandonando sus dudas siguió subiendo.
Pasaron minutos que parecieron horas hasta poder divisar algo en la inmensidad de la oscuridad: un perfecto círculo de luz blanca; luz, que si bien era tenue, parecía brillar en tal oscuridad. Se preguntó si esa luz blanca sería similar a la que muchos dicen que se ve al momento en que el alma abandona el cuerpo, interrogante que se desvaneció casi tan instantáneamente como surgió porque había LUZ. Luz, hermosa y brillante luz que evidenciaba una superficie cercana: eso significaba oxígeno y libertad.
Aceleró la marcha lo más que pudo, el círculo era cada vez más grande y más perfecto. La noche hermosa lo estaba esperando en esa superficie a la que (lentamente) se iba acercando cada vez más. Sentía que solo faltaba un paso, que luego eran dos, y luego cuatro, y luego ocho, y luego dieciséis. Volvió a replantearse el abandono, pero había dos opciones: una mostraba un círculo perfecto de luz, la otra oscuridad tétrica y cientos de interrogantes sobre distancia a recorrer...



jueves, 19 de enero de 2012

Fuegos de Octubre

Soy apenas un adolescente con dieciséis primaveras recorridas. Vivo en una gran ciudad de la República Argentina y en un mundo regalado a las grandes corporaciones y empresas capitalistas, a las que poco y nada les importa si podés o querés progresar por tus propios medios (o pensar de manera libre). 
En este país la mediocridad consumió al pueblo, convirtiéndolo en eso, en un pueblo mediocre; un pueblo que solamente se limita a aportar a las grandes corporaciones que manejan el mundo porque lograron meterles en la cabeza (por los medios de comunicación) que es lo mejor. 
Sin dudas me incluyo en el reducido grupo que aún piensa en salir de este pozo de cotidianeidad, admitiendo que hasta mi pubertad era parte del sistema: desalmado, manipulable, idiota, sin expectativas de crecimiento interior como persona. Solo me limitaba a hacer lo que el mundo me incitaba a hacer, no para ser alguien: para ser algo... 

Era apenas un niño, con seis años recorridos. Vivía una infancia normal y corriente: consumía dibujos animados, miraba películas de Disney/Pixar, amaba los recreos de la primaria... Un niño común en cualquier aspecto. Quizá podían destacarse dos cosas, dos rarezas: que género de películas favorito era acción (y tenía varios VHS), y su género musical favorito era Rock (Recordaba tener todos los discos de Los Caballeros de la Quema hasta el momento, al igual que Guasones, Los Ratones Paranoicos, algunos de Bersuit y otros de Los Piojos. Le gustaba Charly García, y tenía buena parte de la discografía de Rodolfo Páez, más conocido como Fito). 
Todo fue una pequeña aproximación a lo que más adelante abriría su cabeza. 

Ya había tenido ciertas aproximaciones a ese tal Patricio Rey, mediante radios. Algunos temas como Un ángel para tu soledad (o El ángel de la soledad, como lo llamaba en su momento), Caña Seca y un Membrillo (o Vamos Negrita), y el rock más ortodoxo que jamás haya oído: Mi Perro Dinamita. 

Llamenlo como quieran: suerte, destino, casualidad. Pero de una u otra forma Patricio entró en su cabeza, derribando cualquier pared construida, volando en pedazos cualquier barrera que impidiera a las neuronas funcionar con normalidad. 
Gulp!, Oktubre, Un baión..., Bang! Bang!..., La mosca..., Lobo suelto. Así hasta completar una colección discográfica que hoy es sin lugar a dudas el tesoro más preciado. 
Obviamente la joya que iluminó el camino a la apertura mental fue Oktubre, obra poseedora de su himno para toda la vida: JIJIJI. 

En ese período de tres años, desde los doce hasta los quince, dejó de ser ese idiota que dependía del rancking Much Music para saber qué música debía escuchar. Había encontrado esa mística que le llenaba el alma. Esos riff melancólicos de un señor con guitarra que se hacía llamar Skay. Esa poesía bohemia de un señor pelado que es un ejemplo de vida para todos, este místico Indio que siguió sus principios al pie de la letra, sin traicionarlos por la miel de los poderosos.
Hace cuatro años que mi vida es Redonda y de Ricota, hace cuatro años que Patricio es mi Rey; y comparto mi nuevo despertar de forma resumida para intentar llenar a otras personas que siguen diciendo: "La música es para bailar, no hay que dale tanta importancia"... De ser así nadie debería llorar a un tal Kurt Cobain, un tal John Lennon, un tal Jim Morrison. ¿Por qué extrañaríamos tanto a un tal Luca Prodan?. Y por sobre todas las cosas: ¿Por qué esperaríamos con tanta fé que nuestro Dios, nuestro Patricio Rey, vuelva a descender de los cielos?

jueves, 29 de septiembre de 2011

Análisis: Antihumano (2003)


Todo empieza cuando mis oídos estaban ya cansados de mucho Patricio Rey, entonces pensé en que hacía mucho que no escuchaba Attaque y más específicamente este disco, que me hace compañía en casa desde el año 2004, en el cual yo solo poseía nueve años de vivencias y muy poco intelecto como para poder analizar a fondo y descubrir la verdadera obra que se esconde dentro de Antihumano.



Uno a uno fueron sonando los 18 temas y mi mente procesaba información subliminal sobre cada letra, cada frase y palabra.
 En un análisis general, mirando el arte gráfico de tapa e interior del disco ya nos da a entender un concepto clave que da vuelta lo que uno pensaría del título del álbum:
Antihumano... Simplemente leer esa palabra indica una patología destructiva de un ser desconocido para con el humano; hace pensar, para andar sin rodeos, en aniquilación.
Siguiendo un  poco con el arte de tapa podemos ver unas figuras no humanas, de las cuales algunas tienen caras de espanto, estupefacción, otros posando sus manos sobre la cara. Y analizando estas imágenes trato de ponerme en piel de estos seres y pensar qué podría llegar a producirme esa cara. Entonces... Con el nombre del disco, más el arte gráfico llegamos a la conclusión de que el contenido es crítica, porque si los seres de la tapa son "antihumanos" hay una tendencia en la raza humana que los hizo así.
Entonces veamos la crítica a nuestra especie que nos traen estos antihumanos mediante dieciocho piezas musicales compuestas por Attaque 77:

1- Echo Fuego: Un poco de locura para comenzar a la obra conceptual musical. Prestar atención al título, “Echo”, expresa que alguien está echando fuego; es decir, no se encuentra en llamas, sino que está despidiendo llamas.
En parte, expresa revolución, el decir: “Los días nublados de ayer hoy pasaron y no quiero saber de andar con mochilas de amargos recuerdos, con el cartel que dice: pegue que no duele”. Nada de eso, va a dejar de lado cualquier cosa que lo tenía a maltraer, va a salir a vivir la vida a pleno, por eso utiliza nombres de grandes personalidades que en su momento causaban furor.
No se detecta crítica hacia algo o alguien en la lírica, pero es una especie de introducción a lo que se viene, ya que en parte muestra el ritmo de vida que llevamos casi con normalidad.

2- Western: A primera vista, o mejor dicho, a primera escucha, el tema parece un simple homenaje a René Favaloro. Más si nos basamos firmemente en el arte gráfico interior del disco. Pero la letra del tema (reforzada en el título) trata de marcarnos el antagonismo cinematografía - realidad, es más, utiliza un género cinematográfico en el cual no existe el personaje netamente bueno, sino que en el Viejo Oeste regían los maleantes.
Nos marca la realidad en algunas frases como: "Todo gris, sin final feliz"; "Siempre es así, los buenos mueren"; "Siempre el mismo guión". Y se vale del caso del suicidio de Favaloro en la frase "Nuestro héroe se marchó por la puerta de atrás" para marcar el resultado de un individuo logró grandes avances para la humanidad y quiso evitar la corrupción, es decir, quiso evitar entrar al sistema.

3- Ojos de Perro: Se refiere, a mi entender, a una forma de mirar nuestra especie: con ojos de perro; con ojos que no son propios de la naturaleza humana. Por eso describe la vida de un perro, pero deja un mensaje, el único fragmento con dejos de crítica de toda la canción: “No puedo entender a esa humanidad, seres racionales, el poder los hace matar”.

4- Los Tiburones: Narra una historia, una tragedia en alta mar. Trata de marcar la realidad en los casos extremos, en la desesperación absoluta. "Es inminente el destino de anarquía y caos"; "Mujeres y niños primero, utopia de cuentos"; "La fuerza se impone sobre la debilidad". Esas frases dejan muy en claro el comportamiento mundano en situaciones extremas, en las que dejamos de regir nuestro sistema por la conciencia y lo libramos a la desesperación, marcan muy bien el egoísmo (individualismo), el dejar de lado todo y todos por la (a veces imposible) salvación propia. Y bien, deja muy en claro el resultado (trágico) de la falta de organización: "El desenlace es un cuadro de espanto, de terror y llanto. Todos al agua, ya se escuchan los manotazos de ahogado".
Para redondear, cierra con un irónico: "Cualquier coincidencia es pura casualidad".

5- Morbo-Porno: Quizá yo sea el de escasa terminología, pero la definición a la primera escucha para esta canción (con Gustavo Cordera como invitado en voces) está en la canción misma: bizarro, morboso.
La letra (al igual que la canción) es cortita y clara. Narrada desde el punto de un hombre ("Solo veo teta, culo"), trata de mostrar a la mujer como objeto de placer. O al sexo en sí como objeto de placer (recordemos que el título tiene la palabra porno). Habla de la difusión amplia que tiene el sexo/porno en nuestros tiempos ("En la tele, en la calle, en el quiosco de diarios: todo sexo, todo carne..."), del gran despegue de la industria pornográfica que marca nuestras vidas ("Cambiando frustración por un instante de orgasmo").

6- Barreda's Way: Nunca había entendido el tema, hasta que caí en el 's de la palabra Barreda's. Caso Barreda sería una traducción, eso me hizo poner a investigar el caso de este odontólogo platense domiciliado en la calle 48 entre 11 y 12. Fue condenado a cuatro cadenas perpetuas por triple homicidio calificado y homicidio simple, por dar muerte a su mujer, su suegra y sus dos hijas de 26 y 24 años.
El tema inicia con ruido ambiente de tornos, y la letra apunta derechito a un monólogo de Ricado Barreda con... ¿Acaso un psicólogo, un juez? ("Usted analiza mi vida y opina lo que hubiera hecho en mi lugar"). En la imagen del disco se ve un papel titulado "Declaración Testimonial" por lo cual deducimos que Barreda presta declaración confesando todo lo sucedido. En la declaración real se dice que habló tranquilo, ni derramar ni una lágrima: habló de problemas familiares, de maltratos y basureos de parte de las cuatro mujeres asesinadas, confesó con sinceridad que "lo volvería a hacer porque vivía en un infierno y me tenían loco"; "Era mi vida o la de ellas"; "Mi apodo en la casa era Conchita".
En el tema se refuta la declaración oral en frases como: "tuve otra alternativa, hasta pude evitar este final, pero decidí esperar y aguantar"; "Siempre me decían Conchita, me trataban como mierda sin razón en mi hogar"; "Se burlaron de mi y ahí no más les disparé"; "Si volviera a nacer lo habría intentado otra vez".
Pero analizando el concepto del álbum en el tema: nos habla de los atentados contra la vida humana y la solución a muchos de los problemas. La falta de comunicación. Las malas decisiones ("Tuve otra alternativa"). Sin ir más lejos, la canción plantea como es generalmente la solución (en la mayoría de los casos) a los problemas: los maltratos, las infidelidades, la violencia.
Obviamente en este caso percibimos la violencia de ambas partes: primero el maltrato, y la respuesta con disparos.

7- Iemanja: La diosa del mar. En parte interpretamos devoción de parte del autor para con la diosa, pero en el fondo se percibe una crítica social. Crítica netamente dirigida al mensaje exitista que nos transmite la misma: hay que tener éxito ("Lujo, fama, poder, aires de gloria, hazañas"). En la canción se remata el mensaje social con un: "Nada de eso existe". Trata de centrar lo vital en lo natural, es decir, contradice la postura social para... ¿Concientizarnos? en que la naturaleza es lo prioritario: "Aire, agua, sol, y nada más existe".
MENCIÓN ESPECIAL: Para Daichi Bernhardt Coradazzi que me ayudó muchísimo en el análisis de esta canción, cosa que le agradezco mucho ya que, les guste o no el resultado final, sin la ayuda de ella hubiera sido imposible concretar el proyecto. Mil gracias Daichi, te quiero :) 


8- Surfeando en el Soreteo: Sin lugar a duda una de la mejores canciones en cuanto a concepto. Sin apuntar a las diferentes clases sociales y sin hacer alusión a lo bien que se puede vivir en la alta clase, el tema nos sitúa en una realidad de miseria. Si con leer la letra no basta, mirando la foto del disco se puede entender claramente el concepto: un hombre con una sonrisa, dentro de aguas contaminadas en niveles extremos.
Narrado en primera persona por un protagonista que expresa estar feliz "Suerfeando en el desagüe... Quiero más! Polución!"... Claramente está hablando de una miseria que es una realidad a nivel mundial, basándose en pasajes como: "San Clemente deprimente..."; "Escatológicamente no hay nada mejor"; "En el soreteo, yo me siento en Hawai".

9- La Gente que Habla Sola: Uno de los cortes que más gustó del álbum. El tema es magnífico, al igual que su concepto. En sí, no hay mucho para decir: nos sitúa en distintas realidades sociales y económicas, pero nos da a entender que más allá de esos buenos o malos pasares siempre algún problema existe, es decir, más allá de las diferencias que queramos marcar social y económicamente todos estamos dentro de la misma bolsa, todos somos seres humanos (mensaje muy claro en el video clip de la canción). A mi entender lo más importante del tema es el estribillo: "En cada barrio, cada pueblo, cada esquina en la ciudad, hay un corazón partido que no para de sangrar. Y un ejército de gente balbuceando su verdad, de cosas estancadas que quedaron por hablar. Historias de no correspondidos y de amigos que están". Al igual que la frase en inglés para cerrar el tema, traducida en: "Todo lo que necesitas es amor".
Podemos deducir entonces, que el concepto es similar a Iemanja salvo que en vez de priorizar Aire, agua y sol, prioriza el amor; cosa que queda más que clara al escuchar las ya mencionadas frases finales del tema: "All you need is love". 

10- Hey! Hey!: Refleja las ansias de libertad que todos sentimos ("Déjenme salir, ya me quiero ir"). No habla de alguien o algo que lo esclavice, solo de la libertad. Queda a libre opinión la interpretación, puede hablar de librarse de una adicción, de una prisión, de un trabajo... Solo expresa necesidad de libertad, reflejada en "andar en bici".

11- Arrancacorazones: Corte más exitoso del álbum. De mi parte, tengo la tendencia de querer establecer una relación con La Gente Que Habla Sola, pienso que se complementan, que una es continuación de otra, o que simplemente intenta profundizarla; es decir, si en el noveno tema queda flotando el “All you need is love” en Arrancacorazones se profundiza ese concepto. Pienso esto ya que esa frase final en inglés da a entender que el amor lo es todo. Pero en Arrancacorazones se rectifica un poco de eso, ya que en este tema profundiza en “el lado oscuro del amor”. Entonces… ¿Quién o qué es el Arrancacorazones?: el amor. Pensémoslo: el amor puede ser intensamente hermoso si es correspondido, pero intensamente destructivo cuando no es correspondido: esa es la crítica del tema, la destrucción o autodestrucción interna del ser humano cuando el amor no es correspondido. Por eso alega con ironía: “Como si fuera fácil dominar mi sentir” y con tristeza: “Al fin te seguí por un laberinto de espejos rotos, y aparecí en un barrio del que no puedo salir”.
Pienso (como todos) que el estribillo hace referencia a un acto sexual, por lo que también podemos interpretar que critica lo superficial, ya que en ningún momento habla de lo que siente por la otra persona.

FRAGMENTO: “…y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son…” Amor 77, Julio Cortázar.

12- Reality-Joe: No me agrada, en ningún sentido me gusta esta canción. Cuenta la historia de una persona X que puede llegar a aparecer en un reality show, y por lo tanto todas las exigencias que se deben cumplir. Pienso que es una crítica a las personalidades televisivas y al modelo de persona aceptable para la pantalla: delgado, bronceado. Cierra cada estrofa con un furioso: “Me cago en Dios” a modo de queda de, por ejemplo: “Tengo que ir al gimnasio para estar mejor… Todo el día la paso en la cama solar”.
Pienso entonces, que puede ser una continuación al concepto del estribillo de Arrancacorazones: la superficialidad, pero alejada de los términos “amorosos”.            

FRAGMENTO: "La explosión de la población humana ha sido realmente el problema más serio que ha encarado el planeta, porque todo lo demás es consecuencia de eso: la destrucción de los bosques... Y así en más... Finalmente la solución tendrá que consistir en persuadir a la gente de tener menos descendencia para que la población humana no aumente desmedidamente, y si es posible que disminuya, pero es mucho pedir". 

13- Antihumano: Otro tema que musicalmente no me agrada. Pero líricamente refleja, en resumen, el concepto del álbum; es decir, en una sola canción pasa por todas las críticas que se hacen puntualmente en las 17 piezas restantes: “Falso pueblo, falsa conciencia, fingiendo que viven en comunidad”; “Instinto asesino, egocentrista, machismo, fascismo… Peste humanidad”; “Bestias del caos, depredan, destruyen: siempre quieren más”; “Viviendo sin tregua, materialistas”.
Al finalizar con todas estas descripciones (que para quienes las hacen, son horrorosas) invita (como se ve en la canción 17) al éxodo: “Escapa, deprisa, no mires atrás”.


14- Setentistas: Entra por primera vez en el plano político, utilizando acontecimientos históricos como el Cordobazo, Rosariazo y Zanón (todo llegando a la década del '70) para expresar la realidad: "Espíritu setentista vuelve hoy, gente que no puede decir: Ey! Ey! No te metas". Una realidad de luchas obreras, protestas, paros, movilizaciones, opresión... 
Deja, como en todos los temas, el mensaje de crítica en frases como: "Cuánto tiempo para reconocer que la historia es otra vez, y todo devuelta!"; "Cuanta muerte, tanto horror, tanta injusticia". 

15- El Pájaro Canta Hasta Morir: Una composición magnífica, un concepto muy claro y palpable desde cualquier ángulo del que se lo mire. La tendencia esclavista del ser humano, la facilidad que se tiene para corromper un orden natural, de encerrar lo que nació para ser libre (desde animales, hasta nuestros mismos pares). "Nunca seremos libres mientras que no lo sea él"; "Un capricho egoísta y ya justificamos la causa"; "La desgracias de un pobre animal, tu pobre felicidad"; "Que ironía del destino es haber nacido con alas, y mirar el cielo desde allí, una tortura cruel...".  

16- Los Buenos Deseos: Otra letra corta y clara. Es el único mensaje de esperanza que se rescata de la obra ("Hay un nuevo día para comenzar"). Invita, alejándonos de un poco de lo literal a defender nuestras creencias, nuestros ideales, que nada ni nadie nos haga cambiar: "Hagan lo que hagan no nos detendrán, digan lo que digan sus palabras nunca nos convencerán". Invita también, a alejarnos del materialismo que propone la sociedad de hoy: "La vida es más que hacer dinero". 

FRAGMENTO: "Adiós Pampa mía, me voy, me voy a tierras lejanas". 

17- Éxodo-Ska: A mi gusto debería ser el tema epílogo del disco. Su reiterativa letra (al igual que el título y el fragmento previo al inicio de la canción) expresa la necesidad de exiliarse ("Voy a dejarte atrás, voy a cruzar el ancho río para no volver"). En muchos pasajes intenta decir que siempre llevará a su patria en el corazón ("Nuestro romance no acabó, pero no quiero ya seguir"; "Voy a llevarte aquí, voy a llevarte en mí"; "No llores por mí Argentina, me quedo con tu bandera de cielo azul")  pero que ya no tiene expectativas para quedarse, las cosas ya no dan para más, refiriéndose más que nada a problemáticas de índole social ("Pueblo desechable"; "Viviendo en la opresión, entre gorilas"; "La corrupción resulta excarcelable"). En ningún momento intenta quitarse responsabilidad por la situación que está viviendo su pueblo: "Usted y yo somos culpables"; pero deja bien en claro que desde el lugar que ocupa nada puede hacer para modificar el presente, sino que en sus intentos solo logró rechazo: "Me siento enemigo en mi propio país".


18- Neo-Satán: Utiliza la palabra Satán para referirse a un mandatario/presidente. Vuelve a entrar en el plano político, tirando con mucha fuerza hacia Carlos S. Menem ("Yo te puedo enseñar mis peores secretos del mal, a mentir y robar y que el pueblo te vuelva a votar. Y a matar a tu propio hijo si es necesario"). Recordemos que el hijo del ex presidente falleció en un accidente aéreo, y entre las teorías que se manejan se encuentra una en la cual se cree que el grupo asiático que solventó económicamente las campañas presidenciales habría manipulado el helicóptero exigiendo la devolución del capital.  
El tema cierra, haciendo referencia a las elecciones 2003, en las cuales Menem decide no presentarse al balotage dejando la presidencia a manos de Nestor Kirchner: "Ya la comparsa se empieza a alejar…  pensando que su tridente lo tiene neo-satan". 
Quizá pueda interpretarse como una crítica a la codicia, a lo que uno puede llegar a hacer para mantenerse o lograr tener poder. 


Para concluir dejo una yapa. Antes que nada dejar en claro que el concepto de Antihumano está escondido en cada una de las canciones, es decir, ya dijimos que Western no se trata de un simple homenaje a René Favaloro. Y esto ocurre en todas las canciones, de cada una extraemos una partecita que incluimos en el concepto general del disco. Distinto a lo que ocurre en bandas como Pink Floyd, en las cuales los temas están netamente identificados al concepto global.

Ahora sí, para complementar el análisis decidí compartir con ustedes el disco Antihumano más el arte gráfico (gracias a mi scanner) en un archivo subido a dos servidores: Megaupload y Mediafire. Para dejar en claro que yo los subí y por lo tanto los links son míos mi nombre está incluido en los archivos, es decir: (A77)(Antihumano)(2003)ByNicoDucar es el nombre del archivo a descargar. Dentro de él se encuentran los 18 temas de Antihumano e imágenes del arte de tapa escaneadas.
También dejo subido a los mismos servidores los seis videoclips de los temas del disco que hizo la banda, son:


  • Western.
  • Morbo-Porno. 
  • La Gente que Habla Sola.
  • Arrancacorazones. 
  • Setentistas
  • Éxodo-Ska.