CREER ES CREAR!

De repente, si creo en Dios, existe. Y si alguien a mi lado no cree en Dios, no existe, en su mundo, tan legítimo como el mío. Yo creo que, en cuanto a creer en Dios, tal vez se haya focalizado mayormente en la segunda parte de la cuestión, Dios. Creando así cientos de guerras y disputas en busca de certezas, en lugar de creer conveniente poner el foco en la primer parte del asunto, creer.
Posiblemente se hubiera creado gran incertidumbre, dado que no mucha gente cree que el verbo creer encierre mayores misterios. Yo en cambio creo que el verbo creer guarda una relación de equivalencia con el verbo crear, sobre todo cuando se conjugan en primera persona, yo creo.
Yo creo, que tanto creer como crear se asemejan, en lo fáctico, al verbo hacer e incluso al verbo nacer, pero no quiero crear mas confusión creyendo más cosas sobre estas dos palabras, que también difieren en una letra.
En fin, yo creo, que cuando creo algo, lo creo.

Juan Germán Fernández.

domingo, 17 de abril de 2011

Lluvia a corazón.

La (tan hermosa) lluvia golpea, no violentamente, pero tampoco apaciguante; algo brusca, es cierto, pero así es más lindo. El ser humano de hoy es un prototipo totalmente distinto al de hace varias décadas. Hoy, sumergido en tanta contaminación sonora, no hay aislamiento tal; apaciguamiento tal, descanso tal como el que aporta ese sonido intenso e inmenso como el de la lluvia golpeando furiosa contra cada techo. Un sonido hermoso, sin dudas; puro, como del más allá. Definitivamente: un regalo del cielo. Quién lo niegue es indigno de vivir; quien no se calma escuchándola, quien no sienta ganas de dormir, quien no viva esperándola, quien le viva huyendo, quien no sienta ganas de sentarse, acostarse y relajarse para disfrutar ese momento que quién sabe cuándo se repetirá.
Me está fallando en este último tiempo, pero como dice la economía: a mayor demanda menor oferta. Quizá si dejara de buscarla, de desearla día a día viniera a nosotros más seguido. Quizá si no pensara en que llueva cada vez que mis pies me van llevando calle a calle, vereda a vereda podría desfrutar nuevamente de la hermosa sensación de mojarse con ella; sin correr ni caminar, avanzando, pasar de apurado a tranquilo con sentir la primera gota.
El último párrafo describe sensaciones casi orgásmicas. Pero el momento (actual) es excelente; imposible que simples palabras puedan describir los complejos sentimientos humanos como el vivido al despegar los industriales auriculares de mis oídos y sentir (si, leyeron bien, dije sentir) las vibraciones sonoras que el oído humano percibe (utilizando vocablo de niño) como agua cayendo del cielo.
Pensaba que tal vez mi afición por la lluvia se debe que inconscientemente me gustaría ser como ella, que tiene la capacidad de unir a dos cosas eternamente separadas (la tierra y el cielo). 

17/4/11

1 comentario:

  1. Que hermoso lo que describis, la lluvia son unas de las cosas que mas me gustan en el mundo.
    Y como bien decis: "Definitivamente: un regalo del cielo"

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