CREER ES CREAR!

De repente, si creo en Dios, existe. Y si alguien a mi lado no cree en Dios, no existe, en su mundo, tan legítimo como el mío. Yo creo que, en cuanto a creer en Dios, tal vez se haya focalizado mayormente en la segunda parte de la cuestión, Dios. Creando así cientos de guerras y disputas en busca de certezas, en lugar de creer conveniente poner el foco en la primer parte del asunto, creer.
Posiblemente se hubiera creado gran incertidumbre, dado que no mucha gente cree que el verbo creer encierre mayores misterios. Yo en cambio creo que el verbo creer guarda una relación de equivalencia con el verbo crear, sobre todo cuando se conjugan en primera persona, yo creo.
Yo creo, que tanto creer como crear se asemejan, en lo fáctico, al verbo hacer e incluso al verbo nacer, pero no quiero crear mas confusión creyendo más cosas sobre estas dos palabras, que también difieren en una letra.
En fin, yo creo, que cuando creo algo, lo creo.

Juan Germán Fernández.

jueves, 14 de abril de 2011

Another Clavo in The Wall

Como un clásico, siempre mirando hacia atrás. Pensaba en ayer, ayer, ayer... Que bonito ayer! Bonito? Puede... Griterío de un lado a otro en el Mega: "DALE RAMA, CUBRIME. LAUCHA MANDATE" y alguna que otra puteada, típica en jugador lan viciado (osea, Rama, Lauti y yo). A mi se me caían los ojos, y por ese factor abandonamos el ciber, que, en silencio sin nuestros gritos siguió con su funcionamiento normal. Si el factor sueño no hubiera existido en mi día de ayer seguramente hubiera continuado con mi vida en el ciber y posteriormente en mi pieza.
Pero a las 19hs estaba boca arriba en la cama.
Fue repentino, y todavía no recuerdo si fue Ceremonia Durante de la Tormenta o Nextweek. Pero lo cierto es que o la melodía de Solari o la de Sumo me hicieron repentinamente abrir los ojos. La voz de Gal, mi suspiro. Al rato mis piernas formaban junto con la parte superior de mi cuerpo un ángulo de 90°. Es cierto, jamás me levanté de la cama, pero la flojera de mi cuerpo me incitaba a seguir durmiendo. Pero mi sentimiento de culpa fue más, todo era producto de mi irresponsabilidad.
La almohada dejaba de gritar, otra vez esa calma hermosa y feroz. Todo potenciado, con la hermosa tormenta, el feroz diluvio que se había desatado allá, afuera. Uno de esos que si no hubiera estado acostado me habría expuesto a el. Habría abierto la puerto y entregado al agua. Esas lluvias que tanto me gustan.
Pero a las tres volvía a exaltarme con el despertador, pero mi computadora estaba ocupada, y otra vez los parpados tuvieron más fuerza que mi voluntad.

Creo que jamás me enojé tanto conmigo mismo habiéndome levantado a las 6AM en punto y sin ningún tipo de ayuda directa o indirecta. Luego de un breve debate con mi conciencia habíamos llegado a la conclusión de que las tres era una buena hora para reponerme, para tipear los contenidos de Derecho y vencen a mi culpa luego de un scan con muy poca calidad.
Pero si, aplicable en esta circunstancia: Es un buen numero el seis. Definitivamente lo es. Doble desayuno, aseo, orden y otra vez a vivir. (Si, bienvenidos al tren)
Bah, otra vez a vivir... Otra vez a más de lo mismo, tanto anteojo tanto anteojo y no puedo con mi temperamento (nunca nadie me enseñó a cerrar el orto y callarme la boca)... Y si, soy un pelotudo, ay que boludo! que boludo que soy!
Pero los acontecimientos escolares quedan detrás de las puertas del aula (ANOTHER CLAVO IN THE WALL). Quizá también tras esas puertas de calle 15, o esa en 33.
Es decir, mi camisa azul me esperaba dentro de la mochila.



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