CREER ES CREAR!

De repente, si creo en Dios, existe. Y si alguien a mi lado no cree en Dios, no existe, en su mundo, tan legítimo como el mío. Yo creo que, en cuanto a creer en Dios, tal vez se haya focalizado mayormente en la segunda parte de la cuestión, Dios. Creando así cientos de guerras y disputas en busca de certezas, en lugar de creer conveniente poner el foco en la primer parte del asunto, creer.
Posiblemente se hubiera creado gran incertidumbre, dado que no mucha gente cree que el verbo creer encierre mayores misterios. Yo en cambio creo que el verbo creer guarda una relación de equivalencia con el verbo crear, sobre todo cuando se conjugan en primera persona, yo creo.
Yo creo, que tanto creer como crear se asemejan, en lo fáctico, al verbo hacer e incluso al verbo nacer, pero no quiero crear mas confusión creyendo más cosas sobre estas dos palabras, que también difieren en una letra.
En fin, yo creo, que cuando creo algo, lo creo.

Juan Germán Fernández.

viernes, 1 de marzo de 2013

Trabajo para la facu: Compromiso Social del Periodista.


Si a alguien en la calle se le habla de compromiso social, apostaría algo a que lo primero que se le cruza por la mente es alguna idea relacionada con la política. Ambas palabras, compromiso y social, forman parte del vocablo político sea cual sea la bandera y estandarte que defiendan. Aunque no siempre el compromiso social tiene que estar ligado a la política. Si entendemos la expresión en su esencia, podemos liarla directamente a la solidaridad y defensa de una sociedad igualitaria y justa; por ende, cada persona en su profesión u oficio puede hacer algo. ¿Sería posible garantizar cobertura universal si el médico atendiese solo a un sector social, obviando otros? ¿Sería posible la integración plena en un grupo escolar sin el compromiso de un maestro? Ahí percibimos dosis del compromiso social de cada uno.
En el ámbito periodístico el compromiso social puede ser mayor. No en vano, los periodistas son la vía de transmisión de mensajes a la sociedad. Los periodistas y los medios son los depositarios del derecho de la información, expreso en la Constitución Nacional. Surge, en primer lugar, del artículo 1° de la Carta Magna, en tanto que establece que “la Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa, republicana y federal”. En segundo lugar, se desprende del artículo 14 de la Constitución Nacional que contempla el derecho de publicar las ideas por la prensa sin censura previa. A partir de la reforma constitucional de 1994 el derecho de acceso a la información pública también es incorporado en los artículos 38 (partidos políticos), 41 (medio ambiente), 42 (consumidores y usuarios), 43  (habeas data). Los ciudadanos, únicos titulares del derecho de la información (efectivamente, es un derecho y no un negocio), delegan su ejercicio efectivo en los periodistas. El ciudadano debe saber la importancia de estar bien informado, que la información es un derecho tan importante como la educación y que es, asimismo, una obligación informarse. El cumplimiento de ese mandato del consumidor, los periodistas tienen la responsabilidad de velar porque la información sea veraz, rigurosa y comprometida con los valores de las democracias, los derechos humanos y la igualdad. Cualquier deterioro de esos requisitos supone una dejación de funciones del informador y conlleva una agresión contra el derecho a la información y, como consecuencia, el deterioro de uno de los rasgos esenciales de la democracia. Si ciudadano no está correctamente informado se pone en riesgo su libertad, y la democracia auténtica debe defenderse desde el conocimiento. El periodista debe trabajar por el desarrollo espiritual e intelectual del ciudadano, además de contribuir en la construcción del desarrollo social. Es importante que en la función social del Periodismo participen, aparte de los periodistas, los dueños de empresas de comunicación, el público e incluso el Estado; de otra forma, se pondría en juego la credibilidad.

Las complicaciones llegan, como en todas las labores, a la hora de llevar a la práctica este compromiso. El hecho de que los periodistas estén involucrados en grupos (sean públicos o privados) con intereses de por medio entorpecen la labor de informar verazmente. La información que se emite en los medios puede ser manipulada, y eso nos lleva a preguntarnos qué herramientas tiene el periodista para ejercer el compromiso si no encuentra respaldo ni de su empleador ni de las fuentes de información. Lo cierto es que en los últimos años, vienen escaseando los periodistas comprometidos. Contar la verdad absoluta en el siglo XXI está siendo realmente un enorme desafío y el Periodismo parece estar olvidando su compromiso y responsabilidad social y colabora (a sabiendas o no) con empobrecimiento cultural y dejación de valores, dejando de servir a la sociedad para servirse de ella.

Sea por la globalización o por los intereses de los grupos informativos, es cada vez más dificultoso obtener información de calidad. Es acertado el proyecto de querer formar periodistas capacitados para ejercer la profesión sin olvidar su rol como comunicador social.